Nunca, en nuestra historia reciente, Chile estuvo tan cerca de la Guerra como en 1975 y 1978 primero contra Perú y luego contra Argentina. El paupérrimo estado de gran parte del material bélico, el aislamiento internacional y la creciente crítica por las violaciones de los derechos humanos en nuestro país, hicieron suponer a los gobernantes de ambos países que Chile se encontraba en un estado vulnerable.

Fueron años difíciles en donde mientras se negociaba diplomáticamente, al mismo tiempo y de manera sigilosa, se preparaba el escenario para un enfrentamiento que parecía inminente.

Hasta ahora mucho se ha hablado del casi conflicto con Argentina, del cual por estos días se cumplen 40 años, pero poco se sabe de las aspiraciones peruanas de llegar a Santiago en 1975.

El reportaje de Informe Especial de este martes abordó esa difícil época y reveló detalles inéditos de las negociaciones y los preparativos para lo que podrían haber sido dos guerras en menos de tres años en ambos extremos de nuestro país.

En 1975 el norte de Chile se preparó para detener una ofensiva blindada del ejército peruano. Tres años después, en 1978, en el extremo sur, las tropas se aprestaban a recibir el embate de los argentinos.

El 6 de agosto de 1975 los peruanos habrían planificado invadir Chile. La idea era capturar Arica, atacar Iquique e incluso tomar Antofagasta. Eso es lo que afirman militares del ejército peruano testigos de esa época.

"El Golpe de Estado en Chile desencadenó una hipótesis de conflicto con el Perú”, señala José Rodríguez Elizondo. “Para Fidel Castro lo más importante era atajar el fascismo, como él decía, que se había desencadenado en Chile y que amenaza al Perú y Argentina. Eso significaba incentivarlos para que hicieran una guerra contra Chile”, añadió.

“Sabíamos hasta los nombres de los tenientes que manejaban secciones en Chile, sus efectivos, oficiales, vehículos, dónde estaban ubicados… Todo lo sabíamos, qué armas tenían ¡todo!”, declaró el capitán (r) Eloy Villacrez, del ejército peruano.

Una fuerza de 300-400 tanques peruanos tratarían de entrar y ocupar Arica, iniciando una ofensiva en distintos frentes que incluirían penetraciones desde el mar al altiplano chileno. Putre, Parinacota y Chungará estarían en la mira peruana.

¿Cómo se había llegado a esta crisis? En Perú la dictadura militar organizaba un sistema socialista con una apertura hacia la Unión Soviética. En Chile la dictadura giró a la derecha y a Estados Unidos.

Eduardo Santos, analista de defensa, conversó con nuestro equipo periodístico para contar que pese a ser un opositor a Pinochet, cree que manejó muy bien la crisis de la posible guerra contra los países vecinos.

En plena crisis con Perú, Pinochet le preguntó a Kissinger a quién apoyaría EE.UU. en una eventual guerra entre ambos países. El Presidente norteamericano le respondió que eso dependía de quién atacara primero.

Ante el inminente ataque y la desventaja chilena, lo único que quedaba era fortificar Arica. Se plantaron minas y construyeron trincheras, casamatas y camellones para frenar a los peruanos.

El suboficial Waldo Campos, conversó con nuestro equipo periodístico para contarnos cómo se estaban organizando en Arica, a 6 kilómetros de la frontera con Perú, ante un posible ataque.

El ex embajador de Chile en Perú Demetrio Infante conversó con nuestro equipo periodístico para contar cómo se vivió el conflicto desde el interior del país vecino.

Se acercaba la fecha del ataque contra Chile, el Presidente peruano, Velasco Alvarado, arengó a sus tropas en Arequipa. Ahí vino un golpe de estado contra Velasco Alvarado por parte del Gral. Morales Bermúdez.

Mientras se diluía el conflicto con Perú despuntaba otra fricción tanto o más peligrosa para Chile. En Mayo del 77 se conoce el laudo arbitral que reconocía los derechos de Chile en el Canal Beagle y su soberanía sobre las islas Picton, Lennox y Nueva.

Chile había perdido el apoyo político de EE.UU y Gran Bretaña. Eso significaba que ya no había mantención de aviones y que no habría repuestos y armas más modernas.

El equipo periodístico conversó con distintos soldados conscriptos quienes narraron cómo ellos vivieron esa época, explicando que los entrenaban para matar, descuartizar y degollar.

La tensión bélica entre ambos países fue escalando dramáticamente el 78, cuando Argentina declaró nulo el laudo que se había comprometido a respetar.

Miles de jóvenes empezaron a ser llamados por el Ejército. En pocos meses fueron arduamente acondicionados, física y mentalmente, para convertirlos en verdaderas máquinas de guerra.

Nuestro equipo periodístico conversó con Ricardo Avello, recluta regimiento de infantería, quién contó cómo se vivió el tenso momento con Argentina y Perú.

La fecha del ataque fue fijada para el 22 de diciembre. Partirían por el Cabo de Hornos, para luego tomarse las islas Picton, Lennox y Nueva. Después vendría Punta Arenas, Puerto Natales, Los Lagos, Santiago y Valparaíso.

Se calcula que más de 130 mil soldados argentinos estaban cerca de la frontera con Chile. En total, considerando a los reservistas, Argentina podría haber contado con unos 250 mil soldados