La muerte de la ciudadana boliviana Rosalva Gómez Bejarano, cuyo cuerpo fue encontrado en plena carretera que une Alto Hospicio con Iquique, reveló una compleja red de sicarios que están operando en el norte del país, usando la fuerza como método para imponer el tráfico de drogas.
El hecho estremeció la región de Antofagasta luego de que la investigación policial revelara que la aludida murió en manos de una banda de extranjeros que tenían como objetivo principal asesinar por encargo a su pareja, Edwin Montaño, un colombiano que era conocido como 'El Pollo'.
Montaño habría tenido problemas ligados a las drogas con el grupo criminal, por lo que fue engañado para asistir a una fiesta. No obstante, los autores no contaban con la asistencia de Gómez, quien murió sólo por estar junto a su pareja.
La mujer fue amarrada y baleada por la espalda, para luego dejar abandonado su cuerpo a vista y paciencia de toda la ciudad. "La muerte de ella fue un daño colateral al crimen", detalló la Policía de Investigaciones.
EL MISTERIO EN LA MUERTE DE GONZALO AYCA MORALES
Pero este no es el único caso de sicarios revelado en la zona, puesto que en julio de 2016, el chileno Gonzalo Ayca Morales salió de su departamento para juntarse con unos supuestos interesados en comprarle su vehículo.
Sin embargo, sin mayor motivo, un desconocido le propinó un disparo en la cabeza que le quitó la vida de forma inmediata.
Los procedimientos en este caso se mantienen, teniendo a un ciudadano colombiano y un paraguayo detenidos a la espera del avance de la indagatoria.
MASIVO ALLANAMIENTO
La Policía de Investigaciones realizó un masivo allanamiento en el área, en donde 11 personas quedaron detenidas por vínculos con el narcotráfico y la muerte de personas ligadas o no a estas.
El capitán Cristián Mediavilla, jefe de sección en el OS9 de Tarapacá, dijo que en la actualidad se están pagando cerca de 1.5 millones de pesos para asesinar por encargo a algún ciudadano.
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