En esta edición el equipo de Maestros del Engaño se enfrentó a dos hábiles impostores que dañan la salud y el patrimonio de sus víctimas. Se trata del supuesto abogado Alejandro Valenzuela y la supuesta dentista Marta Tobar.
Valenzuela quien se presenta ante sus clientes como el gerente general de estudios jurídicos. Sin embargo, este cambia constantemente de domicilio, por lo que ubicarlo no es fácil ya que abandona inesperadamente sus residencias, muchas veces sin pagar y dejando al dueño lleno de deudas.
"Él no es abogado, es un estafador" afirman cercanos a Alejandro, quienes también confiaron en las supuestas competencias profesionales que decía tener.
Antes de cualquier asesoría legal, Alejandro solicita un abono inicial. Dice que cobra barato y que trabaja con 21 abogados de su firma. El equipo de Maestros del Engaño se trasladó a la dirección que entregaba este inescrupuloso donde no manifestaron tener gratos recuerdos del sujeto.
Una de sus víctimas está a punto de descubrir qué pasó realmente con el millón de pesos que le pagó para que la defendiera en su juicio. Verónica, una de las denunciantes de Alejandro, explica porqué confió en él: “me dijo que era abogado, que él me podía representar, que le diera el rut (…) y que iba a ser gratis”.
“Habla lindo y a una la ‘envuela ‘ y nosotros se lo recomendamos a varias personas y estafó a varias personas”, dice una denunciante. Alejandro, el gerente general de Inversión Legal, donde datos reunidos hasta ahora acreditan que mantiene una condena por estafa y una querella vigente en La Serena por el mismo delito.
Las estafas de Alejandro tienen otra arista; en el departamento donde vivió, dejó una deuda de 13 millones 950 mil pesos, entre el no pago de arriendo, los gastos comunes, agua, gas y luz.
Logramos contactar a una exempleada de Inversión Legal, el estudio jurídico de Alejandro, quien nos comenta que sus clientes “fueron confiados, entregaron la responsabiliad de salvarlos de sus deudadas (…) y quedaron peor”.
Al ser enfrentado por el equipo de Maestros del Engaño, el sujeto solamente indicó que no tenía "nada que decir" al respecto y que las cosas las que se le acusaba no lo hacía un criminal o que sea responsable o culpable de algo, además de que "la justicia tiene que actuar".
Marta la dentista que no lo es
El equipo de Maestros del Engaño recibió una denuncia de una supuesta dentista que atiende pacientes en su propia casa sin ser profesional. Ante el intento de que atendiera a parte del equipo, Marta los descartó como pacientes, señalando que que pronto comenzará a funcionar “la clínica” y sugiere que se haga un presupuesto en otra consulta.
Con la hora agendada y la dirección de “la clínica” finalmente el equipo consulta donde trabaja Marta en Valparaíso. En el lugar esta dice que es “higienista” y que el dentista está lunes, miércoles y sábado. Sin embargo la visita fue un día jueves y ella atendió de igual forma.
“No tiene ninguna posibilidad de realizar diagnósticos, aunque esté mandatada por un cirujano dentista, no está dentro de sus acciones” dice Roberto Irribarra, del Colegio de Cirujanos Dentistas, agregando además que “puedo delegar en mi asistente que tome una impresión al paciente o que haga una higienización, pero cuando hago ese acto (…) en ningún caso puedo dejar al personal auxiliar realizando acciones y que yo no esté presente”.
Días después de diagnosticar a nuestra primera supuesta paciente, regresamos donde Marta para ver si repite su forma de actuar, cosa que si hizo. El propio Irribarra señaló que "no está al límite, está cometiendo Ejercicio Ilegal de la Profesión”.
De acuerdo a los registros de la autoridad sanitaria de la región de Valparaíso, esta supuesta clínica no tiene autorización sanitaria. Es simplemente un centro clandestino.
Tras esta confirmación el equipo fue a buscar una explicación. La consulta de Marta en Valparaíso estaba funcionando y al menos 5 pacientes fueron ese día.
Al ser enfrentada por el equipo de Maestros del Engaño, la mujer señaló que "están equivocados", negando los hechos y no respondiendo a las preguntas de los periodistas.