Luego del gigantesco incendio que azotara a los cerros Ramaditas, La Cruz y Mariposas de Valparaíso este fin de semana, la situación ha sido decantada y comienzan a surgir dudas sobre las condiciones en las cuales se encontraban los habitantes afectados, muchos de ellos en condiciones fuera de reglamentación.
Los habitantes han esgrimido que habían logrado construir sus hogares a punta de esfuerzo y en la medida de lo posible, pero desgraciadamente se ha demostrado empíricamente que sus esfuerzos se vieron contrastados al edificar en zonas que no eran aptas para la construcción.
Entonces el primer sector en cuestión son las propias autoridades de la zona, que a lo largo de los años han permitido asentamientos en zonas de extremo peligro ante catástrofes. Lugares que contienen gran cantidad de árboles (que ayudan a la propagación del fuego) y sin o escasos planos reguladores que muchas veces no cuentan con un catastro real, entre otros factores.
La polémica figura de los asentamientos en los cerros de Valparaíso llega en el contexto de recibir ayuda gubernamental por parte de los damnificados, que en muchos casos por los embates del fuego no tienen manera de acreditar sus casa y lo que allí perdieron. Por otra parte abre la disyuntiva de dónde será el lugar apropiado para dar paso a la reconstrucción.
En una nueva edición de Vía Pública, Juan Manuel Astorga debate sobre este tema con:
Miguel Castillo, académico de la Facultad de Ciencias Forestales y de la Conservación de la Naturaleza de la U. de Chile.
Pedro Bannen, director de Estudios Urbanos UC.
Orión Aramayo, doctor en Planificación.