La Corte de Apelaciones de Temuco resolvió modificar la prisión preventiva que pesaba sobre el ex sargento del GOPE de Carabineros, Carlos Alarcón Molina,imputado por el crimen de Camilo Catrillanca, ocurrido en noviembre de 2018 en la zona de Temucuicui.
Según lo informado por el tribunal, el acusado podrá cumplir la medida cautelar en su vivienda mientras se desarrolle la investigación y juicio por el homicidio del joven comunero.
Roberto Garrido, fiscal de la Unidad de Derechos Humanos, indicó que el Ministerio Público insistió en la necesidad de mantener la prisión preventiva por "la gravedad de los hechos investigados, los cuales están en curso".
Sin embargo, "la Corte consideró que la necesidad de cautelas de satisfacía con una medida de menor intensidad, resolviendo la determinación original".
Consignar que la semana pasada, el Tribunal Oral de Angol había rechazo la solicitud de cambio de cautelares solicitada por la defensa, por estimar que no había motivos para modificarla.
AHORA Caso Catrillanca: Corte de Apelaciones de Temuco sustituye la prisión preventiva de Carlos Alarcón Molina y ordena la medida cautelar de arresto domiciliario total. pic.twitter.com/QMR75Hx3VY
— Poder Judicial Chile (@PJudicialChile) April 17, 2020
EL CASO CATRILLANCA
Catrillanca, de 24 años, recibió un disparo en la nuca el 14 de noviembre de 2018 mientras se desplazaba junto a un adolescente de 15 años en un tractor por la comunidad mapuche de Temucuicui, en la meridional región de La Araucanía.
Las imágenes de la cámara de vídeo que llevaba en el casco uno de los policías muestran que Catrillanca permaneció varios minutos inmóvil, recostado en el asiento del tractor después de recibir el impacto de bala, y que los agentes creían que ya había muerto.
Unos instantes más tarde, se percataron de que el mapuche aún respiraba y lo introdujeron torpemente a su patrulla para llevarlo a un centro médico, donde finalmente murió.
El autor del disparo fue Carlos Alarcón, un sargento del Grupo de Operaciones Especiales (GOPE) de Carabineros, que está en prisión preventiva y para quien la Fiscalía pide 15 años de cárcel, 10 años por homicidio simple y otros cinco por amenazar al menor que acompañaba a Catrillanca.
Alarcón, que fue apartado del cuerpo policial, reconoció haber disparado porque creyó que eran unos supuestos ladrones que habían robado unos automóviles.
Otras siete personas están procesadas, entre ellas Raúl Ávila, otro exagente que acompañaba a Alarcón y que está acusado de haber destruido la tarjeta de memoria de la cámara que portaba en el casco.
PRESUNTAS IRREGULARIDADES EN EL PROCESO
Los policías dijeron en una primera declaración que habían sido emboscados y que el tractor se había cruzado en el tiroteo.
Un peritaje ordenado por la Fiscalía concluyó que el tractor dio media vuelta al ver que se aproximaba un furgón blindado y desestimó esa versión. El propio sargento Alarcón terminó admitiendo que el abogado Cristián Inostroza, también imputado, les indicó que debían entregar una versión falsa.
Los altos mandos policiales negaron en un comienzo la existencia de grabaciones del incidente, aunque unas semanas después se difundieron en los medios vídeos que desmontaban la versión del intercambio de disparos.
Eso le costó el cargo al entonces general director de Carabineros, Hermes Soto, y puso en la picota al entonces ministro del Interior, Andrés Chadwick, que declarará como testigo en el juicio.
EL CONFLICTO MAPUCHE
Desde hace décadas, en La Araucanía y otras zonas del sur de Chile existe el llamado "conflicto mapuche", que enfrenta a comunidades indígenas con empresas agrícolas y forestales que explotan tierras consideradas ancestrales.
El conflicto ha provocado la muerte violenta de varios comuneros, policías y agricultores, además de incendios de propiedades y maquinarias, con decenas de mapuches condenados bajo la ley antiterrorista.
Según cifras del último censo, los mapuches son el pueblo originario más numeroso en Chile y representan cerca del 10 % de la población.