Tenía un capital, pero no sabía cómo sacarle provecho. En el 2012 Edmundo junto a un socio fueron a un remate. Desde ahí comenzó una historia impensada. Pero se dieron cuento que había algo más. Había una oportunidad de negocio.
Lo que para todos fue una tragedia, para Edmundo se transformó sin quererlo en una oportunidad. Tras el aluvión subió la demanda por los baños químicos que arrienda.
Esas ideas que nacieron por esas cosas del destino han logrado consolidarse. Pero una idea no es suficiente. Marta se dio cuenta que tenía que diferenciarse de los demás. Atiende en su casa desde las 18:30 a las 23 horas. Es un negocio familiar. Ha costado esfuerzo, pero siempre asegura este matrimonio están intentando innovar. En la región hay unas 10 mil empresas. Muchas nacieron al alero de una visión, de una buena idea.
De los baños, a la ropa. Mundos de negocios distintos, pero que salieron a flote a punta de esfuerzo, trabajo, dedicación y algo de fortuna. Son algunos de los miles de emprendedores de la región de Magallanes que lograron transformarse en su propio empleador.