Quiso romper con el estigma de que la carne de oveja no es buena para la salud por sus altos índices de grasa y colesterol. Trabajó algunas fórmulas hasta que finalmente logró elaborar un línea totalmente innovadora de jamones y salames. Yámana charcutería es su nombre, un emprendimiento que demuestra que con trabajo, creatividad y apoyo económico es posible concretar las ideas de negocio.