Una profesora de la región del Biobío cumplirá en abril un año completo haciendo clases a sus estudiantes casa por casa.
Se trata de María José Lara, docente de los alumnos del sector de Rapelco, quien visita a los niños para entregar material y hacer una suerte de clases particulares. Su objetivo es que ellos sigan recibiendo educación a pesar de las dificultades.
La pandemia del COVID-19 y la suspensión de las clases presenciales plantearon un enorme desafío para María José, quien inicialmente probó con distintos métodos para enseñar a sus estudiantes de forma remota.
"Tratamos de ocupar las plataformas que usan todos, llegamos a probar las videollamadas por Whatsapp, pero nada funcionó. La señal no acompaña", relató María José citada en SoyChile., medio al que indicó que incluso hizo cápsulas de video con las clases, pero que la escasa señal no le permitía a sus estudiantes descargarlos.
Son doce niños que desde abril del año pasado la reciben semanalmente en sus hogares. A pesar del temor a contagiarse de COVID-19, María José persevera en su trabajo y asegura que dada la cercanía que tiene con las familias de los niños siempre le avisan si hay algún brote para evitar que tenga problemas.