La Fiscalía del Biobío confirmó este viernes en un punto de prensa el hallazgo de un cuerpo durante la tarde de este viernes en Arauco.
En una zanja del río Paqui fue hallado el cuerpo de un menor que fue investigado por la PDI.
El Fiscal, determinó que "coinciden absolutamente las características físicas, morfológicas, edad, pelo, ropas están coincidentes con lo que dice la familia".
La forma en que fue hallado, señaló que se trata "de una data de muerte de varios días".
Frente a esto, la fiscalía ya solicitó la orden de aprehensión del tío abuelo del menor, Jorge Escobar Escobar, acusado de homicidio simple.
Mañana pasará a control de detención y ya fue detenido por la policía de investigaciones.
El Fiscal a cargo del caso determinó que se trataba de la principal línea de investigación y que se solicitarán las pericias para determinar si es que hubo violencia sexual.
Faltan las pericias del Servicio Médico Legal para determinar científicamente que el cuerpo pertenece a Tomás Bravo, niño de tres años que desapareció en la zona el pasado miércoles 17 de febrero.
Recordar que Tomás Bravo desapareció el miércoles 17 de febrero, alrededor de las 19 horas, cuando su tío materno Jorge Escobar Escobar salió con el niño de tres años a buscar a un vacuno a 500 metros de su casa en el sector de Caripilún, ubicada en la ruta que une Lebu con Arauco, Región del Biobío.
Según manifestó su familiar, lo dejó solo por unos 15 minutos y desapareció. Desde entonces se inició una intensa búsqueda a cargo de Bomberos, Carabineros y personal de la PDI, con el apoyo de drones, imágenes de alta resolución captadas desde aviones de la FACh y otros medios tecnológicos.
La Fiscalía de Arauco catalogó el caso como presunta desgracia, pero la Defensoría de la Niñez se querelló por sustracción de menor, lo que fue criticado por el Ministerio Público. La investigación penal está a cargo de la PDI, y hasta el momento no hay imputados por la desaparición del niño.
No obstante, se definieron personas de interés en el caso, comenzando por el mismo tío materno, además de la madre, Estefanía Gutiérrez Martínez, y del padre, Moisés Bravo Salazar. A los tres se les sometió a peritajes sus teléfonos celulares, a solicitud de la fiscal Carolina Molina.
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