Este miércoles se lleva a cabo el velatorio de Sergio Catalán, el arriero que encontró a los rugbistas uruaguayos en la Cordillera de Los Andes tras la caída de su avión en 1972 y que permitió que los 16 sobrevivientes fueran encontrados.
Con múltiples muestras de cariño y la visita de uno de los rugbistas en representación de sus compañeros se llevó a cabo el velorio que dará paso al funeral durante la tarde de esta jornada.
En la ocasión su hija Francisca recordó a su padre y se mostró orgullosa del legado que les dejó como familia.
"Estamos orgullosos de tener un padre como el que tuvimos", dijo la mayor de los nueve hijos del arriero y agregó: "Nos deja un legado muy grande que es la humildad, él nunca esperó ningún reconocimiento y eso a nosotros nos llena de orgullo".
"Nos enseñó a ser mejores personas. Fue un ser humano extraordinario", concluyó.
Entre los presentes también estuvo Gustavo Zerbino, uno de los sobrevivientes de la tragedia, quien aseguró que vino a la despedida del que fue un padre.
"Fueron 47 años de relación ininterrumpida con los Catalán. Fue como un padre", afirmó.
Desde Uruguay Roberto Canessa, otro de los sobrevivientes, solicitó que se nombre una calle en su honor tras su muerte debido a la importancia que tuvo en el rescate de él y sus compañeros.