Tres heridos dejó un violento ataque incendiario registrado durante la noche de este lunes en Contulmo, región del Biobío, donde un grupo de encapuchados agredió a trabajadores y residentes para luego quemar el Molino Grollmus, un museo ubicado al lado y vehículos.
Belén González, familiar de Cristián Cid, uno de los heridos, narró que los responsables "fueron muy violentos", siendo la gran cantidad de violencia verbal lo qe les llamó más la atención.
En conversación con TVN Red Biobío, aseguró que hubo muchas amenazas tras lo cual su ser querido recibió heridas en su ojo, teniendo el riesgo de perder la visión en uno de ellos.
"Entró a pabellón para sacarle balines del ojo y así ver el compromiso que pueda tener. Lo más probable es que pierda su ojo, pero no lo sabemos hasta que salga", dijo.
Complementó que "ver la magnitud de lo que pasó es chocante, uno se siente desprotegido, no sabes qué esperar de aquí en adelante".
Fernando Fuentealba, presidente de la Fundación de Víctimas de Terrorismo, hizo un llamado a las autoridades centrales a llegar al área y tomar las decisiones necesarias para frenar los ataques.
"Pedimos a la ministra Siches que visita la zona y al subsecretario Monsalve que pare estos atentados", afirmó.
GOBIERNO ANUNCIA QUERELLA
El subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, afirmó que se querellarán ante el ataque incendiario a molino de Contulmo registrado la tarde de este lunes y que lo ocurrido "son delitos gravísimos".
Asimismo, detalló que hay cuatro personas lesionadas, dos de ellas de carácter grave: un adulto mayor con fractura expuesta de una pierna y traumatismo encéfalo craneano, y otra de 48 años con trauma ocular grave.
"Es un acto criminal cobarde. El Gobierno repudia el uso de violencia como herramienta, en un régimen democrático (...) acá no hay nada que justifique el uso de arma de fuegos, nada que justifique incendiar instalaciones o disparar a personas que no están armadas y poner en riesgo sus vidas y afectar la seguridad de las personas de la provincia y del país", aseguró la autoridad.