En la Escuela Básica de Punta de Parra de la ciudad de Tomé suspendieron las clases debido a un brote de escarlatina, enfermedad bacteriana contagiosa que afecta principalmente a niños. La afección produce síntomas como fiebre alta, manchas de color rojo en la piel y dolor de garganta.
La institución educativa debió interrumpir todas las actividades académicas, cerrando sus puertas por al menos una semana. La decisión se tomó con el fin de evitar que el brote siguiera expandiéndose entre los estudiantes de 1° a 8° básico.
"Este proceso de recuperación dura 7 días, por lo tanto, las clases están suspendidas hasta la próxima semana", señaló la directora municipal de educación en Tomé, Rina Falleto.
Aunque actualmente los riesgos han disminuido gracias a los avances en la ciencia médica. Esta enfermedad alcanzó en Chile una tasa de mortalidad importante en la primera mitad del siglo pasado. En el decenio de 1917-1927, la mortalidad por escarlatina en Chile llegó a 580 fallecidos, mientras que en el año 1930 hubo 346 fallecidos, según datos del investigador Enrique Laval en su estudio "La epidemia de escarlatina del año 1929 en Chile".