El incendio forestal que afectó a inicios de octubre a Isla de Pascua dañó al menos a 177 moáis, estatuas monolíticas milenarias, informó hoy martes la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) en su oficina de Santiago de Chile.
La directora de la representación de la Unesco en Chile, Claudia Uribe, encabezó una misión que tuvo lugar del 17 al 21 de octubre de 2022 con un carácter exploratorio en la isla, precisó la oficina de las Naciones Unidas en un comunicado.
Esta misión tuvo como fin evaluar las posibilidades de activar fondos de emergencia desde la Unesco que ayuden a diagnosticar la magnitud de los daños a este sitio del patrimonio mundial y a fortalecer el plan de gestión y de protección integral del mismo.
"La idea es centrar esta ayuda en las tareas de diagnóstico que permitan evaluar la extensión del daño ocasionado por el incendio y con ello determinar las acciones necesarias para recuperar el parque y su protección futura", señaló Uribe.
El siniestro fue declarado el 4 de octubre pasado, se extendió por un área aproximada de 240 hectáreas y afectó el cráter, la cantera y las inmediaciones del volcán Rano Raraku, informó la Unesco.
La entidad detalló que el fuego dañó áreas naturales y deterioró estructuras arqueológicas, entre ellas 177 moáis, según un primer informe emanado por la Corporación Nacional Forestal de Chile (Conaf).
Explicó que los moáis son "testigos de piedra de una sociedad de origen polinesio que desde el siglo X a XVI construyó santuarios y estatuas que conforman un legado cultural inigualable y que fascina al mundo entero".
La isla, ubicada en el Pacífico, tiene una superficie de 163,6 kilómetros cuadrados y alberga a unos 7.750 habitantes, concentrados sobre todo en Hanga Roa, capital y único poblado existente en la ínsula.
El mar separa a la Isla de Pascua con el territorio continental chileno por más de 3.700 kilómetros.