La Corte Suprema ordenó al Fisco y a la Municipalidad de Villarrica indemnizar a niña que fue mordida por un perro callejero en las calles de la comuna por concepto de daño moral, debiendo pagar un monto total de 23 millones de pesos.
El hecho suedió el pasado 12 de noviembre de 2017, cuando Gema Mera se encontraba con sus tres hijos frente a la catedral de la comuna lacustre cuando, sorpresivamente, un can atacó a la víctima de 6 años, dejándole una herida en el cuero cabelludo de 10 centímetros, exposición del cráneo, una lesión cortante en la mejilla de dos centímetros y otra en el párpado izquierdo.
Según relató a LUN , la niña de ahora 10 año, "en ese tiempo estaba en Kinder y dejó de asistir al colegio para que las compañeras no le preguntaran por la mordida. No quería tomarse la foto de fin de año por la cicatriz y tubo un cambio muy grande, anímicamente se fue para adentro".
La mujer aseguraó que el perro del ataque continuaba merodeando por las calles de Villarrica a pesar de todo, siendo "visto en muchas ocasiones atacando vehículos y estudiantes en actividades escolares".
Con todos estos antecedentes, Mera acudió a la justicia, la cual finalmente le dio la razón a la familia de la víctima. Fue la propia Corte Suprema que rechazó este viernes un recurso de casación interpuesto por el municipio tras la determinación de la Corte de Apelaciones de Temuco, descartando un error en la sentencia impugnada.
Además, la Tercera Sala del Máximo Tribunal integrada por el ministro Sergio Muñoz, las ministras Ángela Vivanco, Adelita Ravanales, Eliana Quezada y el abogado (i) Enrique Alcalde, determinaron que existe "responsabilidad por falta de servicio, de la Secretaría Regional Ministerial de Salud y la municipalidad, al no adoptar las medidas necesaria para mantener bajo control a los perros vagos".
Asimismo, se le deberá entregar una indemnización de 23 millones de pesos a la niña y su madre. De la totalidad del dinero, 15 millones irían dirigidos para la víctima de este ataque, y el resto será para su progenitora.
Del mismo modo contó que, a pesar del ataque, ella no se encuentra en contra de los perros, y que incluso uno acompaña a su hija en el proceso de recuperación.
"El animal que la atacó no tenía la culpa tapoco, pero era agresivo y faltó vigilancia. Lo que más me importa es aclarar que el Estado debe asegurar que cualquier persona pueda caminar tranquila por las calles", expresó.
Imagen referencial: Aton