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Santiago a Mil: Paulina Urrutia revela su estrecha relación con el teatro Camilo Henríquez

En el marco del Festival Santiago a Mil, la actriz nacional conversó con 24horas.cl para profundizar en la experiencia de realizar los recorridos patrimoniales y la importancia de conservar el recinto de Amunátegui 31 como un referente del arte escénico.

Daniela Toro

Miércoles 31 de diciembre de 1969

El Festival Santiago a Mil 2018 empezó de una manera diferente este año. Los asistentes a las salas de teatro pudieron conocer, al término de cada obra, la más profunda intimidad de los teatros.

Los camerinos, el escenario, el foyer y hasta los propios actores fueron concebidos como parte de aquello, de ese valor, que también se debe conocer como una forma de hacer patrimonio más allá de la puesta en escena. La idea fue de la actriz nacional y directora del teatro Camilo Henríquez, Paulina Urrutia.

 

En conversación con 24Horas.cl, Urrutia flexiona sobre la importancia del Festival Santiago a Mil, especialmente en lo que proyecta hacia el futuro y la importancia de rescatar el patrimonio de las artes vivas desde el "revivir" la obra, a través del remontaje de las mismas.

"Es claramente lo que va abriendo año a año, puede ir ganando no sólo plataformas en negocios, en internacionalización de las obras, sino también en espacios de reflexión, de investigación".

Como parte de esa reflexión, Paulina Urrutia sostiene que "la explicación de por qué hoy día se remontan obras, es porque también pasa eso, hay mucha producción nueva, obviamente lo mejor del año, pero hay obras que debieran instalarse como parte de patrimonio (...) es volver a montarlo, es verlo, es vivirlo de nuevo, creo que eso es muy bonito, porque solamente las artes escénicas pueden hacer algo, revivir algo haciéndolo nuevamente".

Fue, precisamente en Amunátegui 31 donde los actores y en general, el mundo de las artes escénicas dieron sus primeros pasos, cuando comenzó a ser utilizado como lugar de ensayo de la Universidad Católica, donde Urrutia también estudió.

 

Años más tarde, la actriz tuvo la posibilidad de asumir la responsabilidad de tomar la dirección del recinto, y no dudó en buscar la forma de conectar al público con lo más profundo del mundo teatral, a través de recorridos patrimoniales, los mismos con los que se inició Santiago a Mil el pasado 3 de enero y que continuarán durante todo el mes.

"Yo comencé con los recorridos patrimoniales en este teatro, porque justamente aquello que me había pasado quería compartirlo con los demás. La gente entra a la sala, ve una obra, pero no tiene idea de la historia que tiene este teatro", reflexiona. Gracias a ello, le surgió la idea espontánea a segundos de terminar su actuación en "El Amante Fascista" de invitar al público a recorrer el lugar. "Y hoy día, mira como es la vida, así partió Santiago a Mil este año", reconoce.

La idea de rescatar el valor patrimonial del teatro Camilo Henríquez no fue casual, sino que es fruto de su amplia trayectoria en diversos roles, vinculados a la gestión cultural, primero a través del  Sindicato de Actores (Sidarte) y luego como Ministra de Cultura en el Primer gobierno de Michelle Bachelet. Para Urrutia, lo importante es mantener la mirada en el más importante de todos: estar al servicio de la gente.

"Yo creo que mi vida siempre ha sido aprovechar, por cierto, las oportunidades que me ha dado, con responsabilidad, con rigor, pero sobre todo con cariño, porque así entiendo público, el servicio gremial, lo que hago aquí... acá corto las entradas, presento las obras,  hago los recorridos, es otro rol, pero siempre al servicio de la gente", confiesa.

 

En las reflexiones finales, la directora ejecutiva del teatro Camilo Henríquez destaca la importancia de que la educación incorpore elementos artísticos en la formación de los alumnos, y en todos los espacios posibles para generar estas instancias vinculantes, tal como el que se realiza actualmente en la Universidad de Talca.

"Yo creo que sí, que sin arte no hay reforma, pero obviamente no lo veo como algo que falta, sino como un desafío que se hará carne en pocos años más".

Así, cuenta que en esa casa de estudios se desarrolla un curso de comunicación oral donde los alumnos pueden mejorar su capacidad de trabajo en equipo o presentarse en público, pero a través del teatro. "Ese es un ejemplo de educación pública donde se utiliza el arte para enseñar contenidos que claramente antes se hacían de otra manera", sentencia.