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"Circinella lampensis": hongo único en el mundo es descubierto en la precordillera chilena

El hongo, hallado por científicos de la Universidad de Chile, tendría un rol importante en el equilibrio ecosistémico de los valles de la zona central del país.

24Horas.cl Tvn

Martes 13 de julio de 2021

Un grupo de investigadores de la Universidad de Chile, descubrió un nuevo hongo, jamás descrito por la ciencia, en cuevas y piques abandonados de la comuna de Lampa, región Metropolitana.

El microorganismo, descrito en la revista científica Persoonia, fue bautizado como Circinella lampensis, y aunque es imperceptible a la vista podría tener un rol importante en el equilibrio ecosistémico de los valles de la zona central del país.

El equipo del programa de Microbiología y Micología del Instituto de Ciencias Biomédicas (ICBM) de la U. de Chile y su Facultad de Medicina, liderado por el doctor Eduardo Álvarez-Duarte, trabaja para determinar cuál es el papel que cumple esta nueva especie en su entorno, así como potenciales propiedades de interés biotecnológico.

 

Según explicó Duarte, “son muy pequeños, casi de tamaño microscópico, por lo cual no se ven a simple vista. Crecen en condiciones especiales, en cuevas y donde hay suelo mojado. Allí pudimos ver un mucoral —un conjunto de hongos en el suelo— y observarlo en su espacio natural de manera excepcional. Nuestra idea es ahora ver qué rol cumple en ese lugar, ya sea degradando algún material o aportando algún nutriente al suelo”.

Los investigadores a cargo de este hallazgo trabajan desde hace más de cinco años recolectando muestras de nuevos microorganismos en diferentes ecosistemas de Chile, desde la frontera norte con Perú hasta la Antártica. Actualmente, analizan tres potenciales hallazgos y vienen de confirmar, hace un par de años, la presencia de un hongo —nunca antes descrito en el mundo— detectado en una plaza de la ciudad de Valparaíso.

La nueva especie es blanquecina grisácea, casi transparente e imperceptible a la vista. Su tamaño es de entre dos a 20 milímetros de alto. Su estructura, llamada esporangio, es curva (de ahí su nombre de circinella, que significa circinado), lo que le da una forma similar a la de un micrófono, pero invertido o curvado. El hallazgo se realizó en una cueva o pique minero abandonado, mientras los investigadores buscaban microorganismos asociados a murciélagos.

 

“Hay hongos que son capaces de crecer de 30 a 33 grados, otros de 35 a 36 grados, hasta 40 e incluso hasta más de 50 grados Celsius. Es sabido que aquellos que no son capaces de crecer a 37 grados no pueden infectar a los humanos, porque como nuestro cuerpo tiene esa temperatura, no podrían crecer dentro de nosotros. Es el principal factor para categorizar a aquellas especies patogénicas”, detalló el científico.

El descubrimiento fue determinado luego de diversos estudios de biología molecular para revelar la secuencia de sus genes, una tarea fundamental para ratificar que se trataba de una nueva especie para la ciencia. Pese a que el proceso ha sido menos ágil de lo habitual debido a las restricciones por la pandemia, el doctor Alvarez-Duarte comenta que uno de los primeros análisis en laboratorio dio cuenta de que la Circinella lampensis no es un hongo patogénico, ya que no crece a más de 37 grados Celsius.