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¿Cómo puedes convertir tu vivienda en una casa inteligente?

Según los expertos, es posible transformar una casa de manera relativamente sencilla. Todo depende de los requerimientos y necesidades de sus usuarios.

24Horas.cl Tvn

Martes 14 de mayo de 2019

Que la lavadora o la aspiradora hicieran su trabajo sin nadie en la casa, que las luces y las cerraduras funcionaran solas, y que las cortinas o la calefacción se pudieran manejar a distancia, eran algunas de las temáticas más frecuentes de las películas futuristas.

Hoy incluso existe un concepto referido a la automatización de las viviendas por medio de la tecnología: la domótica, que poco a poco va ganando adeptos en Chile y el mundo.

Si bien la mayoría de las personas suele asociar las viviendas inteligentes con propiedades nuevas y recién compradas, no necesariamente es así. Según los expertos, es posible transformar una casa de manera relativamente sencilla.

Se pueden hacer pequeñas o grandes remodelaciones para lograr convertir una vivienda normal a una con funcionamiento automatizado. Todo depende de los requerimientos y necesidades de sus usuarios.

“Aunque será importante adaptarse a los realidad y requerimientos de cada familia, es sabido que la mayoría de quienes optan por transformar su casa en inteligente quiere lograr un mayor confort de sus espacios, aumentar la seguridad y potenciar el ahorro a largo plazo, tanto de energía como de dinero”, explica Laura Yáñez, gerente de Marketing WCP de Hunter Douglas.

INALÁMBRICO O CABLEADO: ¿QUÉ ES LO RECOMENDABLE?

Para transformar una casa en automática será fundamental contar con una red de comunicación. En el mercado existen redes cableadas e inalámbricas, que se pueden controlar estando dentro y fuera de la vivienda.

Los sistemas inalámbricos encontramos con tecnología WiFi y Zwave, una red en malla que utiliza ondas de radio de baja energía.

Es importante considerar que las redes dependen de la tecnología disponible en el momento. Eso quiere decir que, si a futuro existe otro protocolo de señal, no será posible garantizar que las nuevas tecnologías sean compatibles con la instalación.

Por ello, al momento de hacerla, hay que tener en cuenta que las construcciones serán utilizadas por muchos años y no cambian tan rápido como los avances tecnológicos.

También al abordar esta remodelación inalámbrica, especialmente en construcciones antiguas, es importante revisar las características materiales del edificio, como por ejemplo una alta presencia de hierro o paredes muy gruesas. En esos casos podrían presentarse interferencias en la red.

Pero si quieres evitar interrupciones en el sistema, ya sea en casas nuevas o remodeladas, puedes optar por un sistema de cableado, más conocido como Cable BUS.

Este sistema cuenta con diferentes interruptores, termostatos, control de cortinas u otros elementos diferenciados, capaces de controlar la domótica. Y mejor aún: no implican costo o complicación mayor a la de la instalación de los cables.

Sin embargo, hay que considerar que el sistema cableado debe instalarse en un ducto independiente a la corriente de 220V. Precisamente esta es su complejidad: en una obra construida se podrá instalar siempre y cuando los propietarios estén dispuestos a intervenir la construcción para ubicar los cables.

¿POR DÓNDE PARTIR?

¿Será por el control de la iluminación, la ventilación o la climatización? Nuevamente, depende de las necesidades y el presupuesto de cada familia.

“Si el objetivo es el ahorro energético, se aconseja comenzar por la iluminación y climatización, ya que representará el mayor retorno de inversión en un plazo no tan amplio. Le siguen el control de las cortinas o persianas eléctricas, que no solo permiten ahorrar energía, sino además dinero. Más atrás están el control de audio ambiental y la seguridad”, señala Laura Yáñez.

Aunque sin duda, lo recomendable para los especialistas es hacerlo en etapas, es decir, comenzar por una habitación, pasar a la siguiente, hasta finalmente llegar a la vivienda completa.

Esta fórmula, además, sirve para que el propietario vaya evaluando cómo funciona el sistema y sus ventajas. La clave está en que cada usuario defina qué quiere controlar en el corto plazo y qué se va a hacer en el futuro.