¿Prefieres los gatos o los perros? Mientras los últimos son universalmente reconocidos por su naturaleza bondadosa y cariñosa, los gatos gozan de una reputación un poco más sombría.
En numerosas películas y relatos se les adjudican características oscuras y seguro conoces a más de una persona que cree que los mininos son traicioneros o que no desarrollan amor verdadero por sus dueños.
Sin embargo, los gatos tienen su corazón tierno y regalón. Seguramente con un cariño en la cabeza los conquistarás, y un veterinario de la Universidad de Tufts explica por qué.
Si rascas la cabeza de un gato le recordarás los cariñosos gestos que hacía por él su mamá, ya que en esta especie los gatitos no se limpian solos hasta que son mayores.
"Las mamás gatos acicalan a sus crías hasta que son suficientemente mayores como para cuidar su pelaje por sí mismos", dijo el veterinario de la Universidad de Tufts Nicholas Dodman, citado en el Daily Mirror.
El especialista añade que los felinos tienen glándulas que secretan olor en su cabeza, las que se activan cuando les hacemos cariño allí. El efecto es relajante para el animal y, además, le permite marcarnos levemente con su aroma.
Se trata de algo imperceptible para los humanos, pero que los gatos utilizan en otras situaciones, como cuando se frotan contra las piernas de sus dueños.