Un estudio realizado en la Universidad de Porto, Portugal, concluyó que la comida para perros de fabricación industrial y componentes crudos puede ser fuente para la proliferación de bacterias resistentes a los antibióticos.
Esto, supone tanto una amenaza para las mascotas como para la salud de las personas.
La investigación, cuyos resultados fueron publicados en junio en la revista International Journal of Food Microbiology, fue realizada con productos de marcas que se distribuyen internacionalmente.
Los científicos afirman que la tendencia de alimentar a las mascotas con productos crudos puede llegar a impulsar que se propaguen bacterias resistentes a los antibióticos. En la indagatoria se analizaron muestras de alimentos para perros disponibles en supermercados y tiendas de animales.
En concreto, se investigaron 55 muestras de comida para perros de 25 marcas disponibles a nivel nacional e internacional: fueron 22 húmedas, ocho secas, cuatro semihúmedas, siete golosinas y 14 crudas congeladas. Estos, incluían pato, salmón, pavo, pollo, cordero, ganso, ternera y verduras.
Las conclusiones del estudio fueron las siguientes:
- 30 de las muestras analizadas (54%) tenían enterococos.
- Más del 40% de los enterococos identificados fueron resistentes a los antibióticos eritromicina, tetraciclina, quinupristina-dalfopristina, estreptomicina, gentamicina, cloranfenicol, ampicilina o ciprofloxacina.
- Hubo resistencia a la vancomicina y teicoplanina (2% cada una de ellas).
- El 23% de los enterococos fueron resistentes a linezolid, antibiótico empleado en infecciones graves.
- La totalidad de las muestras contenían enterococos resistentes a múltiples fármacos, incluidas bacterias resistentes a linezolid.
- Tres de las muestras no crudas contenían bacterias multirresistentes.
En el estudio se indica que la salud humana, especialmente en cuanto a los microorganismos resistentes a los antibióticos, se relaciona estrechamente con la salud del conjunto de animales. Ello, en particular, con las mascotas.
La doctora Ana R. Freitas, miembro del equipo que investigó los alimentos para perros, sostuvo que "el estrecho contacto de humanos con perros y la comercialización de las marcas estudiadas en diferentes países plantea un riesgo para la salud pública internacional. Las autoridades europeas deben crear conciencia sobre los posibles riesgos para la salud al alimentar a las mascotas con dietas crudas y se debe revisar la fabricación de alimentos para perros, incluida la selección de ingredientes y las prácticas de higiene".
"Los dueños de perros siempre deben lavarse las manos con agua y jabón inmediatamente después de manipular la comida de las mascotas y después de recoger las heces", recomendó la especialista.
La publicación recuerda que se calcula que infecciones provocadas por patógenos resistentes a antibióticos provocan el fallecimiento de 700 mil personas al año en el mundo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) sostiene que la resistencia a los antibióticos es una de las mayores amenazas para la salud pública.