Click acá para ir directamente al contenido

El talentoso director lleva a la pantalla grande la magia del disco "Bad" del 'Rey del Pop'.

Cristián Jara

Viernes 31 de agosto de 2012

Puede que la película de Spike Lee sobre la grabación del disco de Michael Jackson de 1987 "Bad" bordee la hagiografía en ocasiones, pero las imágenes de actuaciones en directo y la atención por el detalle del artista en la cima de su carrera son un recordatorio de por qué sigue siendo el "Rey del pop".

El documental de dos horas, llamado "Bad 25", que se estrenó en el Festival de Cine de Venecia, es una conocida mezcla de comentarios -de coreógrafos, productores y estrellas- e imágenes de conciertos, ensayos y vídeos musicales.

 

La cinta, que se estrena para coincidir con el 25 aniversario del reconocido disco, que sucedió a "Thriller", ofrece pocas sorpresas para los seguidores de Jackson, pero retrata el trabajo de un genio al que le interesa cada paso del proceso de producción.

"Creo que hubo demasiados años en los que nos concentramos en cosas sobre Michael Jackson que no tenían nada que ver con la música", dijo Lee a la prensa.

El documental, que Lee describe como su "carta de amor" a Jackson, tiene el apoyo tanto de los albaceas del cantante como de su sello discográfico, dándole a Lee acceso a muchos de los personajes clave en la grabación de un disco considerado histórico.

"Era una oportunidad de entrar de verdad en su proceso creativo", añadió. "Hemos sido bendecidos de tener la obra final, pero es raro que puedas ver cómo se construye algo. Sólo vemos el producto final. No vemos la sangre, el sudor y las lágrimas, todo el trabajo que va a la obra de los maestros".

Entre las novedades hay imágenes grabadas por el propio Jackson con una cámara de aficionado, en las que la vocalista Siedah Garrett canta 'Man in the Mirror', la canción que coescribió para el artista, una versión 'a capella' salvo por los dedos que chasquea marcando el ritmo.

 

También hay pequeños pero ilustrativos detalles sobre la auténtica personalidad de Jackson, ya sea su interés en las mujeres, espíritu competitivo, afán profesional u obsesión por el 'riff' o el paso de baile más pequeño.

Garrett, por ejemplo, recuerda cómo Jackson le tiraba palomitas mientras ella intentaba grabar 'I Just Can't Stop Loving You', provocando un duro reproche del productor Quincy Jones, pero para ella, no para Jackson.