Este viernes la ciudad de Santiago cumplió 475 años.

La cuenca se transformó poco a poco en un bullicioso espacio económico, residencial, comercial e industrial que continúa creciendo y modificándose.

En los últimos 50 años su avance se ha visto en la mayor altura de sus edificios y, por consiguiente, su población se duplicó en ese período.

Entre las cualidades que los santiaguinos destacan está la limpieza que tiene el espacio en comparación a los ochentas, además de la vigencia del casco histórico de la urbe.

Un rol clave en la expansión de la ciudad lo jugó la construcción de la línea de Metro, que hoy traslada a muchos de sus habitantes entre sus casas y sus lugares de trabajo.

Gracias a él las áreas oriente y poniente pudieron conectarse con el centro de la ciudad, permitiendo un crecimiento en esas áreas.

En el futuro se espera que las comunas de Quinta Normal, Recoleta e Independencia tengan un aumento en su densificación.

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