Este martes el director de la exitosa serie de televisión Glee dio a conocer una información para los nostálgicos.
Ryan Murphy contó cómo habría sido el final de la serie si el actor, Cory Monteith, no hubiera fallecido.
"Siempre supe esto. Siempre supe cómo terminaría. Sabía cómo sería el último episodio, y que él estaría. Sabía cuál sería la última frase, que ella le diría a él", decía el creador hace algunos meses, "el final de la serie estaba diseñado en torno a la relación entre Rachel y Finn", agregaba en su oportunidad.
Esos planes se vieron frustrados con la muerte del actor debido a una sobredosis de droga, la que además de truncar su vida acabaron con el final feliz de la pareja entre Rachel y Finn (Lea Michele y Monteith también eran pareja en la vida real).
Ahora el portal Entertainment Weekly divulgó un extracto del discurso emitido por Murphy en una ceremonia privada, el que daría luces a cómo hubiese sido el original final de Glee:
"El final de Glee es algo que nunca he compartido con nadie, pero siempre supe cuál iba a ser. Siempre he confiado en el final como una estrella polar que te guía", confesaba el creador en dicho discurso, "al final de la sexta temporada, Rachel (Lea Michele) iba a haberse convertido en una estrella de Broadway, el papel que estaba destinado a realizar desde que nació. Finn (Cory Monteith) se habría convertido en profesor felizmente establecido en Ohio, en paz consigo mismo y sin sentirse como un perdedor en Lima", proseguía el speech.
Murphy remató con la última frase que los personajes protagonistas de Glee dirían: "La última línea del diálogo habría sido la siguiente: Rachel regresa a Ohio y acude al club de coro que regenta Finn. '¿Qué estás haciendo aquí?', le pregunta Finn, a lo que Rachel contestaría: 'Estoy en casa', fundido a negro. Fin".
Sin duda ese hubiese sido un gran final para los amantes de la serie, y en especial, para los seguidores de Monteith y Michelle, quienes siempre quisieron verlos juntos en la escena final.