Dicen que la pasión de algunos hinchas es incondicional y, en algunos casos, también irracional.
Una arriesgada manera de alentar al Politehnica de Rumania realizó su parcialidad, luego de llenar las graderías con una enorme cantidad de fuegos artificiales.
El efecto del la pirotecnia fue tal, que casi incendia el estadio de la institución, y la visibilidad en el campo de juego fue, por varios minutos, casi nula.
Felizmente, la irresponsable algarabía de los hinchas no terminó en tragedia. El Politehnica finalmente goleó 4-1 a Nadrag en el campeonato local de Rumania.