Se acerca fin de año y los tragos no pueden faltar en las celebraciones. No hay navidad sin Cola de Mono y año nuevo sin Champaña o espumoso, como se llama ahora. Cómo prepararlos de una manera distinta para sorprender a sus invitados… en esta nota de Verónica Moscoso está la clave.
Una locura viven por estos días las distribuidoras de licores. El movimiento no para en esta, la mejor época de todo el año para el mercado de los espumosos, el cola de mono y los vinos que incrementan sus ventas dos a tres veces más que un mes normal.
Acompañado de un rico trozo de pan de pascua y servido bien helado, el cola de mono es todo un clásico en las fiestas de fin de año. Es un trago típicamente chileno, tiene muchas historias y su proceso tiene algunos secretos que puedes conocer en el video que acompaña esta nota.
Y si en Navidad es el Cola de Mono el centro de atención, en año nuevo son los espumosos los que cada vez ganan más espacio entre los consumidores, sobre todo entre las mujeres, porque es un trago bajo en calorías.
Espumosos hay para todos los gustos y para todos los bolsillos. Son símbolo de alegría y diversión, pero, en qué se fija la dueña de casa a la hora de comprar. La mayoría lo hace en la marca. Buscan un producto de origen conocido porque les da confianza.
Al igual que como ocurrió con los vinos hace un tiempo, los espumosos se han convertido en una verdadera pasión en los bares, es la bebida de moda. Los expertos invitan a mezclar y a jugar con los sabores.
¿Qué consumir con las distintas variedades de espumoso? eso también se lo contamos en esta nota. Después, solo basta medir las cantidades para recibir de la mejor forma el 2014.