Un selfie es un autorretrato que busca dejar constancia de un momento vivido en primera persona.
En la última década el fenómeno comenzó a popularizarse gracias al impacto en redes sociales y a los innumerables dispositivos móviles que permiten realizar una composición instantánea.
Habitualmente en cada foto destacan momentos alegres y especiales, pero también han ocurrido casos en que la selfie se transforma en el último recuerdo de una persona.
En esta galería encuentra ocho casos de personas que perdieron la vida, por casualidad, horas después de ser autofotografiados: