Muchos pensaban que para la misa de domingo de resurrección celebrada en la capilla St George en Windsor, tanto el príncipe Harry como Meghan Markle estarían presentes. Sin embargo, ninguno llegó a la cita.
Se especuló que podían estar juntos, descansando en algún lugar secreto, sin embargo, medios estadounidenses aclararon el misterio.
Meghan decidió realizar un viaje en solitario a Estados Unidos, más específicamente a Los Ángeles, ciudad en la que reside su madre. La novia viajó el jueves pasado, en completo hermetismo y lo habría hecho para estar junto a su progenitora Doria, con quien afinaría los últimos detalles de la boda.
Según la información entregada por el programa Good Morning America, este no sería el único momento en el que ambas compartirían antes de la boda, ya que Doria tendría planificado viajar a Londres un par de semanas antes del evento. Lo mismo ocurriría con la mejor amiga de Meghan, Jessica Mulroney, la que además es un ex estilista, con la que vería los preparativos de su look para ese día.
Pero mientras Meghan disfruta en Estados Unidos, se cree que el príncipe Harry aprovechó los días solo para celebrar su despedida de soltero, aunque no se tienen mayores detalles de dónde y cómo fue.
Para la jornada de este viernes se espera que la pareja retome sus actividades oficiales, cuando visiten la ciudad de Bath. En ella, asistirán a las pruebas del equipo del Reino Unido para los Juegos Invictus 2018 en la Villa de Entrenamiento Deportivo de la Universidad de Bath.
Recordemos que el matrimonio entre ambos se realizará el próximo sábado 19 de mayo en la capilla St George en Windsor.