Brayden Travis, de 18 años, estuvo prácticamente al borde de la muerte tras llegar al hospital con una sobredosis de drogas.
Según relató su propia madre a través de Facebook, el joven estadounidense ingresó al recinto asistencial con sus pulmones y riñones funcionando al 20% de su capacidad, y su temperatura corporal había bajado a 32 grados.
Pasaron 7 horas antes que alguien encontrara al joven -quien consume drogas desde los 15 años- y llamara al 911.
Según los médicos, ese tiempo era suficiente para que Brayden falleciera, sin embargo, "por alguna razón desconocida, se estabilizó", escribió su madre.
Fue ella quien detalló la historia de adicciones de su hijo. Primero consumía marihuana, pero luego pasó a otras drogas, hasta llegar a la heroína. El cóctel que lo dejó hospitalizado fue una mezcla entre heroína y Xanax (alprazolam).
A pesar de haber desarrollado una neumonía y sufrir un derrame cerebral severo, el joven logró sobrevivir. El domingo pasado, su padre Todd Travis, informó Brayden había despertado, y que su hijo comenzaba a recuperarse.
Fotos: Facebook / Kelly Smith-Miller