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Isla de Pascua: Primer Moai que recibe tratamiento especial de conservación

"A Vere" es la estatua beneficiada en un 100% con productos específicos para el proceso. Su costo ronda los seis millones de pesos, un precio que no es fácil de sustentar considerando la cantidad de moai que existen en la zona.

Carmen Aguilar

Viernes 17 de abril de 2015

Partamos por definir “conservar” y diferenciarlo de “restaurar”. La primera es obligatoria; la segunda, opcional. Conservar es “preservar la vida del bien cultural”, explica la conservadora del Parque Nacional Rapa Nui, Irene Arévalo. “En la restauración se interviene sobre la estética del bien histórico”, completa.

La conservación del Moai A Vere, la primera realizada en un 100% con productos específicos para la conservación y restauración en la isla, terminará en mayo. El biocida, un químico para destruir los líquenes; el consolidante y el hidrorepelente son en su totalidad especiales para este tipo de tareas. Antes pasaron por un proceso similar el Moai Ature Huki en Anakena y los vecinos del A Vere, donde se sitúa el Ahu o altar más grande con 15 estatuas.

 

Pero en la isla “hay quien dice que hay más de 1.000 moais”, recuerda Arévalo, además de “20.000 sitios arqueológicos”. Hasta el momento, se ha dado prioridad a los que están en peor estado por el biodeterioro y el intemperismo. Pero, con un patrimonio tan vasto, “poner un número (de estatuas que conservar) te puede jugar en contra”,  comenta la representante de Conaf, pues habría que conseguir esos fondos que hasta ahora proceden de la misma institución.

Las prioridades “tienen que involucrar a profesionales y también a la comunidad”, determina, porque este “patrimonio está asociado a una cultura viva”.

LA URGENCIA DE UN EQUIPO RESIDENTE

Durante la conservación del Moai A Vere se integraron tres rapa nui al equipo de 12 personas. La idea, comenta Arévalo, es formar un grupo de 20 residentes que trabajen de manera permanente en conservación de la isla. “Depender de equipos del continente o extranjeros (la primera conservación fue liderada por el instituto Lorenzo de Medici) encarece la intervención”, reconoce la conservadora, pero además, “nos interesa que la gente de la isla se incorpore y que la conciencia del cuidado del patrimonio sea explícito y no implícito”.

 

Hay una necesidad urgente de “formar un equipo aquí”, dice el guardaparques Pedro Lazo Hucke. Un grupo que trabaje de manera constante y permanente en la conservación del Parque Rapa Nui. “Nos falta gente de recambio; hay muchos mayores que se van a jubilar y que hay que sustituir”, señala.

Para Lazo es clave entusiasmar a los jóvenes para que estudien carreras ligadas con la conservación “y luego vuelvan”, puntualiza, porque actualmente la mayoría se decantan por el turismo.

 

“El futuro viene por la educación ambiental”, señala, porque si “solo nos preocupamos por las estatuas y no tenemos una biodiversidad en buen estado, no tiene sentido”. Sin embargo, existen tiras y aflojas entre los mismos habitantes. “Entramos en conflicto con lo que la gente piensa que tenemos que hacer y lo que sabemos que tenemos que hacer” para conservar el Parque Rapa Nui, donde el recurso natural no puede separarse del cultural. Imposible concebirlo como un paraje medioambiental, ni como un museo; sino como ambas cosas.