Es una de las actrices más cotizadas de Hollywood, pero claramente no la de tobillos más firmes.
Jennifer Lawrence al parecer instauró una nueva tradición al caerse, por segundo año, en los Premios Oscar.
La joven estrella caminaba por la alfombra roja, sólo minutos después de bajarse del auto, cuando fijo su mirada en el público y comenzó a saludar.
Fue entonces que las cámaras grabaron el momento en que parece desvanecerse e intenta afirmarse de una persona que estaba pasos más adelante, pero igualmente terminó de rodillas en el suelo.
Más tarde, al ser entrevistada al borde de la alfombra roja explicó lo sucedido.
"Tropecé con un cono (de la policía). No deberían tenerlos cerca, son del mismo color que el camino", dijo entre risas a CNN.
Esta caída recuerda la que sufrió en 2013, cuando subía las escaleras para recibir la estatuilla dorada por el premio de Mejor Actriz.