Tiene 19 años. Es ucraniana. Se llama Anastasiya Shpagina y es el más vivo ejemplo de hasta dónde puede llegar una obsesión, en este caso por el estilo de dibujo japonés 'manga'.
En su país es una auténtica celebridad. Aparece con asiduidad en la televisión, tiene una página en Facebook con más de 10 mil seguidores y un canal en Youtube donde sube tutoriales en los que enseña cómo transformarse en una auténtica muñeca de carne y hueso.
Los típicos ojos redondos y grandes de los 'anime' nipones, una piel como de porcelana, una cintura impresionantemente delgada, unas poses de auténtico dibujo animado...
El look de Shpagina no deja a nadie indiferente. Incluso se hace llamar por un nombre japonés, Fukkami, según el diario Daily Mail.
Cada mañana pasa media hora frente al espejo, preparándose para lucir como una auténtica muñeca. Asimismo, no descarta someterse a operaciones estéticas para convertirse finalmente en un auténtico personaje de animación viviente.
En 24Horas.cl conversamos con Alex Droppelmann, psicólogo clínico y psicoanalista.
Según el profesional el caso de la ucraniana es "una incapacidad de representarse en un cuerpo y un nombre. Buscan convertirse en un objeto porque no logran resolver el problema de su subjetividad".
Droppelmann agrega que "al ser un cuerpo universal reconocido por el resto, ellos pretenden tener algo del reconocimiento del otro y buscan adoptar este semblante. Generalmente son personas que están muy al borde de la psicosis, que generan una relación delirante con el cuerpo".
Para el psicoanalista, casos como el de la ucraniana "son conductas delirantes inmodificables tanto por el juicio como la confrontación. La condición que presenta esta mujer es un delirio psicótico que pretende al modificar la forma de su cuerpo, ser ella (muñeca animada)".
Ahí radica el conflicto según Alex Droppelmann, "el problema es que no busca parecerse sino que ser la muñeca. Porque si no, sería sólo una persona que se disfraza, pero ella no busca sólo eso. Y eso es lo psicótico en esta condición".