Katy Perry fue sin duda una de las celebridades que más dio que hablar en la gala MET.
La cantante llegó hasta la alfombra roja con un diseño de Maison Martin Margiela hecho a medida, es decir, un vestido creado sólo para ella.
El diseño voluminoso que contaba con un velo, vuelos y una cola, se transformó en uno de los más "futuristas", y lo acompañó con una especie de corona y zapatos aún más excéntricos.
Pero no sólo se lució en la cena, sino que también en la fiesta posterior a ella. La artista cambió el traje rojo por un jumpsuit naranjo y una capa brillante.