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La "Doncella de Hierro" deslumbró a 60 mil fanáticos

Familias completas llegaron hasta el Estadio Nacional para disfrutar del grupo que tocó durante dos horas. "Slayer" y "Ghost" calentaron al público.

Daniela Toro

Jueves 3 de octubre de 2013

Dos horas bastaron para que Iron Maiden volviera a conquistar a sus fanáticos chilenos que repletaron el Estadio Nacional.

Esta vez, el séptimo encuentro con los amantes del metal se realizó en el Estadio Nacional, lugar al que llegaron 60 mil fanáticos que disfrutaron del show enmarcado en su última gira, "Maiden England".

A eso de las 18.30 horas, los suecos de "Ghost" entibiaron el ambiente para dejar al escenario a los estadounidenses de "Slayer", quienes se lanzaron con su metal más duro desde poco antes de las 19.30.

Los hombres de Tom Araya se llevaron todos los aplausos y cariños por parte de público, gracias a un sonido limpio, lleno del virtuosismo que entregan más de 25 años de carrera.

Los más fanáticos corearon todas las canciones mientras que una cancha, aún a medio llenar, se movía como una masa hambrienta de sonido.

El momento emotivo de la presentación fue el recuerdo al guitarrista y fundador del grupo, Jeff Hanneman, quien falleció en mayo de este año por lo que la banda enarboló un lienzo en su honor y entonó 'Angel of Death'

"Gracias, Adiós" dijo Araya, de 52 años, quien demostró su capacidad musical y vocal sobre la tarima del Nacional y que mostró que mantiene una gran conexión con Chile a pesar de vivir hace décadas en Estados Unidos.

IRON MAIDEN EN ESCENA

Finalmente, a eso de las 21:10 horas, el público comenzó a entonar 'Doctor Doctor' aún con la luz del estadio encendida, todo para que llegara la oscuridad de la mano de 'Moonchild', canción que marcó el inicio de la presentación Iron Maiden que hizo vibrar desde un comienzo al recinto ñuñoíno.

Luego fue el turno de 'Can I Play With Madness', con lo que el público explotó.

La

Bruce Dickinson hizo gala de todo su desplante escénico para echarle al bolsito de inmediato a las 55 mil personas que llegaron al Nacional: "Es increíble que hoy hay 60 mil personas aquí. ¡Son increíbles!", lanzó el vocalista para luego dar inicio a una batería de temas que terminaron por encantar a sus fanáticos.

Con un 'Scream for me Santiago, scream for me Chile', la "Bestia" lanzó 'The Prisoner', ' 2 Minutes to Midnight' y el delirio fue total.

 

Las canciones remecian el principal coliseo deportivo de nuestro país cuando todo se apagó y comenzó la más icónica de las canciones de Maiden: 'The Number of the Beast'.

El séptimo show de los ingleses era ya todo un éxito, una verdadera religión para sus fans que hacían sentir el cariño a una de las bandas que más personas congrega en nuestro país.

La "Doncella" hacía gala de toda su puesta en escena, Adrian Smith, Janick Gers y Dave Murray se lucían en las guitarras mientras que un juguetón e incombustible, Bruce Dickinson cantaba con chupalla para el deleite de los fans.

Con 'Run to the Hills' hizo su aparición "Eddie" - la primera de tres salidas-, para deslumbrar a los fans con un muñeco en movimiento de tamaño gigante que atacaba a los guitarristas, todo un show en torno a la 'mascota' de la banda, esa que está presente en todas sus portadas de discos.

'Seventh Son of a Seventh Son' trajo de nuevo el laso más oscuro de la banda con la cara de "Eddie" mirando desde el escenario. Para cerrar el primer bloque de amor entre la banda y sus incondicionales estuvieron 'Fear of the Dark' y 'Iron Maiden' cerrando con fuegos de artificio junto a otro "Eddie". Nadie se movió luego del "Gracias amigos" de Diickinson.

Todo el mundo sabía que faltaba más.

22.40 horas y fue el turno de los solos de guitarra, la presentación de la banda, renovar el compromiso para la gira que vendrá y el cierre monumental. 'Running Free' dejó a los 55 mil asistentes pidiendo más y más, pero ya se había entregado todo, la "Bestia" debía descansar.

"La próxima vez queremos 80 mil aquí", cerró Dickinson para dejar atados a los adictos al metal.