En el capítulo de este martes de "Rojo" una de sus participantes hizo una una fuerte confesión y reveló que parte de eso le genera inseguridades en el escenario, ya que sufrió bullying por su cuerpo.
Alfonsina Aguirre pasó este lunes a Capilla luego de su presentación donde una de las críticas fue su falta de sensualidad en el escenarios, crítica que la llevó a hacer un análisis sobre lo que ocurre en el escenario.
Según contó la joven chilena criada en México, desde pequeña ha sufrido por su sobrepeso, el que con el tiempo ha ido controlando, sin embargo las inseguridades continúan producto del bullying que sufrió durante su niñez y adolescencia.
"Me molestaban en el colegio por el sobrepeso", confesó y agregó que a raíz de eso es que "nunca me he considerado una niña bonita".
Estos aspectos son los que la llevan a estar muy preocupada de cómo se ve en el escenario, llevándola a desconcentrarse y prestar más atención a su apariencia que a lo que está cantando.
"Los comentario me afectaban mucho, entonces ahora siento que si me muevo mucho voy a temblar toda, cosas que sólo están en la cabeza de uno", expresó.
Además confesó que su problema con el peso es producto de una adicción que tiene a la comida, por lo que toda su vida se la ha pasado haciendo dieta. "Tengo cierta adicción a la comida, cuando me pongo ansiosa como mucho", admitió.
La revelación de Alfonsina dio pie a que otros compañeros revelaran sus inseguridades, entre los que destacó Jhon Soto, quien mostró una cicatriz que tiene en la cara y que esconde con la barba, ya que muchas veces le dijeron que jamás podría ser cantante porque al tener esa marca que se hizo cuando niño nadie apostaría por él, ya que no "era un buen producto".
