Catorce años lleva Felipe Mandiola trabajando en el Teatro Municipal de Santiago y ahora tiene su tarea más difícil: reconstruir el vestuario del Cascanueces.
"Es todo recuperable, eso es lo bueno. Hartas ganas de recuperar las cosas", señala.
Así como Felipe, hay otras personas que escobillan botas y replican accesorios que quedaron destruidos producto del incendio en el segundo y tercer piso del inmueble.
Se estiman que 150 prendas han podido ser rescatadas por los escombros.
En paralelo, se trabaja para reconstruir el edificio, que se encuentra cerrado hasta marzo de 2014. Por mientras las funciones se realizarán en el Teatro Caupolicán.
El arreglo costará 2 mil millones de pesos, aunque esto podría variar con los nuevos catastros.
De este monto, 50 millones los donará el Ministerio de Cultura, mientras que el resto deberá salir de las gestiones que haga el teatro.
Es por eso que los artistas lanzaron la campaña "Teatro de todos", iniciativa que pretende reunir dinero con los aportes de los ciudadanos.