Los punteros láser han pasado en los últimos tiempos de ser una herramienta de trabajo a una molesta diversión, como puede verse cada fin de semana en los campos de fútbol de todo el mundo.
Sin embargo, los que consideran divertido deslumbrar a las personas con este rayo habitualmente verde están buscando objetivos mayores y más peligrosos, como los aviones comerciales.
Sólo en los aeropuertos de España, entre enero y octubre de 2012 se registraron un total de 349 casos de deslumbramiento de pilotos, según datos de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena), una cifra superior a registrada durante todo 2011 (326 casos).
Según informó el Ministerio de Fomento en el Parlamento, Aena ha establecido un "procedimiento uniforme de actuación" en todos los aeropuertos, consistente en "asegurar el acopio de la máxima información sobre cada incidente, notificar a la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (Aesa) o a la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (Ciaiac); y avisar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, ya que en todos los casos los ataques se producen desde fuera de las instalaciones del aeropuerto".
En lo referente a las precauciones que deben tomar los pilotos, desde Eurocontrol se recomienda "no fijar la mirada en la emisión láser" para evitar poner en peligro el vuelo.
Este febrero, por ejemplo, se informó en la prensa española de cuatro deslumbramientos a pilotos con punteros láser en una semana cuando realizaban la maniobra de aproximación para aterrizar en el aeropuerto de Manises (Valencia).
En Estados Unidos, el FBI calificó esta práctica como una auténtica "epidemia" y se calculaba que 2012 e cerraría con cerca de 3.700 incidentes, comparado con los 283 de 2005, por ejemplo.
De hecho, se ha creado un grupo especial de trabajo para hacerse cargo de este problema, que prevé penas de hasta cinco años de cárcel y 11 mil dólares de multa.