James Bond puede ponerse el esmoquin y brindar con Dom Perignon, ya que el súper espía volvió a los cines marcando récord el fin de semana, aplastando a sus rivales con 87,8 millones de dólares en ventas de entradas para el estreno en Estados Unidos y Canadá de su nueva película "Skyfall".
La cifra es la mayor recaudación en el fin de semana de estreno en la historia de la franquicia. Al récord en Norteamérica del estreno de la última entrega de la saga de Bond, que lleva 50 años, se suman 428,6 millones de dólares en el extranjero por "Skyfall".
A nivel mundial, la película protagonizada por Daniel Craig como 007 ha ganado 518,6 millones de dólares desde su estreno en cines el 26 de octubre, dijo su distribuidor Sony Pictures.
"Skyfall" venció cómodamente a la película animada de Walt Disney Co "Wreck-It Ralph", la historia de un personaje de videojuegos que destruye todo en su camino. La película familiar, que lideró el ranking la semana pasada, sumó 33,1 millones de dólares entre el viernes y el domingo, cayendo al segundo lugar.
El drama de Denzel Washington "Flight", sobre un capitán de aerolínea que evita que un avión se estrelle, recaudó 15,1 millones de dólares para ubicarse en el tercer lugar.
El atractivo de Bond demostró ser invencible en "Skyfall", la tercera película protagonizada por Craig y la primera en cuatro años. La última película de Bond, "Quantum of Solace" del 2008, recaudó un récord de 68 millones de dólares en su estreno en los cines de Estados Unidos y Canadá.
"Siempre hemos sido muy optimistas sobre la película, pero no creo que nadie esperara el tipo de sorprendentes números que hemos visto", dijo Rory Bruer, presidente de distribución mundial del estudio Sony Pictures de Sony Corp.
"¿Cuántas películas en poco más de dos semanas han ganado más de 500 millones de dólares?", dijo a Reuters.
"Hemos visto grandes estrenos en todos los países en que se exhibe. Va a ser algo para los libros de historia", agregó Bruer.
En la nueva película, Judi Dench regresa como la supervisora de Bond, "M". Bond viaja entre Estambul, Shangai y Londres a medida que se prueba su lealtad a M, mientras el MI6 es atacado por una amenaza desconocida. Javier Bardem interpreta al villano que Bond debe detener.