En el Reino Unido existe toda una generación de adultos que no sabe diferenciar entre los personajes de las películas de Hollywood y los que aparecen en el Antiguo y Nuevo Testamento.
Una cuarta parte de los adultos británicos cree que Superman es un héroe bíblico. Y, aún peor, un tercio no sabe dónde se narra la historia de Adán y Eva.
Son los sorprendentes datos que revela el último estudio de la Sociedad Bíblica del Reino Unido. Estudio que, además, refleja que al menos un tercio de los habitantes de la región creen que Harry Potter se basa en una historia religiosa. O que seis de cada diez ingleses no conocían la multiplicación de los panes y los peces de Jesucristo. Casi nueve de cada diez no habían oído hablar del rey Salomón.
Menos de la mita conocía que la historia del Arca de Noé está en la Biblia.
Los representantes de la Sociedad Bíblica concluyen que la educación de los británicos depende de la región de su residencia. Según sus conclusiones, los residentes de Gales conocen la Biblia mejor que otros, y los de Londres los que menos.
Según esta sociedad, es necesario difundir el conocimiento de las Sagradas Escrituras a todos los ciudadanos del país, al margen de que sean o no creyentes.
"Tenemos que recordar estas historias y no importa si somos creyentes o no. Es nuestra cultura y nuestra Historia, necesaria para comprender nuestro pasado y nuestro presente”.