Aunque los científicos dicen que no hay de qué preocuparse, lo cierto es que una tormenta solar afecta a la Tierra, la cual ya llegó al planeta el sábado y seguirá haciéndolo durante el fin de semana, pero de forma moderada.
El fenómeno se produce debido a una erupción solar, desde el jueves, que lanzó un torrente de partículas de alta energía y que se desplaza a 4,8 millones de kilómetros por hora hacia la Tierra.
En casos severos estas tormentas pueden complicar el suministro eléctrico y dañar satélites. Es por eso que los expertos aseguran que las secuelas serán pocas y que aerolíneas, empresas eléctricas y otras que puedan verse complicadas por el fenómeno han tomado sus medidas. Hasta el momento el fenómeno no ha dañado satélites, según la Agencia Espacial Europea (ESA)
Pero no todo es posible peligro, sino que también belleza, puesto que a razón de la erupción es posible ver auroras boreales brillantes, entre la frontera de Estados Unidos y Canadá, además de la norte de Europa.