Luego de haber suspendido durante el día sábado, Kika Silva pudo cumplir con el tradicional piscinazo este domingo en su calidad de reina del Festival de Viña del Mar 2017.
No obstante, la modelo no sorprendió mayormente, ya que lució un sobrio bikini negro, alejándose del color y desinhibición de sus predecesoras.
Luego de una larga espera, la nueva monarca del certamen apareció en la piscina del Hotel O'Higgins cerca de las 13 horas, donde realizó un breve baile junto a un grupo de bailarines.
Posteriormente, Silva se dio dos chapuzones en la piscina del Hotel O'Higgins, sorprendiendo la segunda vez con una vuelta en el aire.
La sobriedad en la performance de la nueva monarca tuvo que ver, principalmente, con los incidentes ocurridos el día sábado, día en que originalmente iba a realizar el piscinazo, y luego con el aluvión que ha generado cortes de agua en la zona centro del país.