Llevar una vida sana es algo pretendido por muchos y conseguido por pocos.
Es por eso que Joan Majó, especialista español en Dietética y Nutrición, escribió un libro denominado "La receta de la salud", donde da algunos fáciles tips para poder mejorar la calidad de vida, sin necesariamente hacer grandes esfuerzos con dietas o ejercicios.
Es así como ABC resumió su obra en cinco simples hábitos que todas las personas pueden realizar sin demasiada complejidad, que, con el tiempo y constancia, las llevará a ser más saludables.
DORMIR BIEN: El descanso es algo fundamental para el cerebro y el cuerpo en general, ya que mientras dormimos los músculos se relajan y recuperan de la actividad de todo el día. Además, el dormir ayuda para la reoganización mental, por lo que la falta de horas de sueño pasa la cuenta y se nota.
CENAR POCO: Majó explica que lo ideal es comer lo menos posible en la noche, ya que, mientras dormimos, quemamos menos calorías que realizando las tareas tradicionales que hacemos durante el día. De esta manera, los alimentos ingeridos no son "quemados" y se transforman en grasa que acumulamos.
MANTENERSE ACTIVO: El experto señala que el sedentarismo es fatal para llevar una vida sana. Esto no necesariamente implica tener que "matarse" en el gimnasio o algo por el estilo, sino que Majó recomienda caminar lo máximo que se pueda, evitar el auto o los ascensores, con el fin de estar siempre buscando la movilidad.
TRANQUILIDAD AL COMER: Muchas veces, cuando tenemos mucha hambre, la ansiedad nos traiciona y comemos grandes cantidades sin darnos cuenta. La recomendación aquí es tomarse el tiempo para procesar los alimentos, masticarlos bien y comer despacio. ¿Por qué? Miró afirma que el estómago le avisa al cerebro cuándo está lleno, pero para eso se demora aproximadamente 20 minutos. Es decir, en ese espacio de tiempo, podríamos comer grandes cantidades sin ser necesario, lo que nos hará subir de peso y tener malestares como gases e hinchazón.
AGUA, FUNDAMENTAL: Miró asegura que, como el cuerpo está compuesto en un 60% de agua, hidratarse es fundamental. La cantidad a consumir por día depende de cada persona, su contextura y actividad física que realice, por lo que, en resumen, asegura que se debe ingerir entre uno y dos litros y medio de líquido por día.