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NUEVAS PAREJAS: PLACER Y LIBERTAD

Cada vez menos personas se casan antes de los 30 años. A pesar de la presión social frente a la soltería y a la convivencia, el feminismo y la "generación de los padres divorciados" serían las fuerzas que alimentan la tendencia.

Paz Fernandez

Viernes 1 de septiembre de 2017

Ilustraciones: Christian Rojas/ Periodista: Carmen Aguilar

Bromeando Ilse se acerca al grabador de audio y con fuerza grita: "¡Me encanta ser soltera, estoy súper bien!". Y no es la única. En 2014 los matrimonios se redujeron en un 50% respecto de 1990, una tendencia a la baja, que además tiene como protagonistas a novios que eligen casarse a edades cada vez más tardías. (Fuente INE).

Ilse Von Muhlenbrock tiene 38 años y es parte de esa nueva generación  a la que no le preocupa estar sin pareja o  convertirse en madre. "La verdad es que estoy tan bien, tan plena, que nunca he sentido la necesidad de buscar a alguien más. Yo hago cosas sola, como ir al cine o leer un libro y me gusta. No me cierro, mañana puedo conocer a un tipo y tener hijos".

Para el "Pollo" como lo llaman sus amigos, la soltería es una especie de bendición. A sus 32 años no tiene ninguna intención de convertirse en la otra parte de un dúo. Ocho años antes, Alejandro Fernández, fue jefe de Gabinete de  Carolina Schmidt, mientras fue ministra del Sernam y luego de Educación. Después de eso agarró una Combi y se fue a recorrer Chile en un proyecto que buscaba entender las distintas formas de los chilenos para encontrar la felicidad. "Quizás me juega en contra estar metido en tantas cosas y no tengo como tema tan prioritario emparejarme . Pero no soy un militante de los solteros ni tampoco tengo nada en contra del matrimonio”.

Ilse y Alejandro son parte de esas nuevas generaciones que han encontrado otras formas de estar en la adultez, han postergado el matrimonio y los hijos; y ven en la soltería y la convivencia estados suficientes para sentirse plenos, lo que no significa que se cierren al amor.

Este cambio social poco a poco se ha ido instalando en Chile como una realidad. Si en el año 2000 los hombres se casaban a los 28  años, en 2014 lo hacían a los 31; en el mismo periodo las mujeres pasaron de  26  a  29 años (Fuente: Estadísticas Vitales del INE, 2014).

Primera reflexión: los chilenos se están casando más ”viejos”. La segunda: ha ido disminuyendo el número de casados.

 

*La Tasa Bruta de Nupcialidad representa el número de matrimonios por cada mil habitantes. Se calcula dividiendo los matrimonios celebrados en un periodo determinado por la población a la mitad de este tiempo, por mil habitantes.

*El segundo gráfico considera el número neto de  divorcios inscritos en el Registro Civil.

La soltura y el humor de Ilse convencen de sobra, ella está bien y se nota, pero parece ser que son otros los que no toleran verla sola. "Me banco un rato la incomodidad de la gente porque estoy soltera, pero después yo me voy para mi casa y se me olvida. El rollo es de ellos no tuyo".

Vuelve a reír entre burlesca y coqueta y cuenta una de sus anécdotas favoritas. "Una amiga sintió que yo debía estar en Tinder (aplicación para encontrar pareja). Para que me dejara de insistir me hice una cuenta, ¡te juro que no puedo! Eso de buscar gente y "pinchar", no va conmigo".

El Pollo también ha sentido el reclamo de la tradición:  "Todo el mundo te quiere emparejar. Algo que es buena onda, pero también es medio pesado. Se agradece que te tengan cariño, pero es una cosa de 'tranqui, si estoy bien'. La gente tiende asumir que tienes un problema".

 

 

 

 

FEMINISMO Y PADRES DIVORCIADOS

El sociólogo y director del Doctorado en Teoría Crítica y Sociedad Actual de la Universidad Andrés Bello, Mauro Basaure, sostiene que la postergación del matrimonio viene principalmente de la mano de las mujeres y del valor de la diversidad sexual. "Tiene que ver con la legitimidad de un proyecto propio y autónomo, sin la necesidad de estar vinculada a un varón para desarrollarlo".

"El discurso de la igualdad de género ha calado fuerte", comenta la sicóloga especializada en parejas y sexualidad, Constanza del Rosario. "Todas sabemos los costos que tiene esto (tener familia), entonces antes de firmar el contrato tengo que estar segura que me realicé como persona. Eso implica estudiar, viajar, carreteártelo todo, sentir que desarrollaste tu sexualidad plenamente, que encontraste una persona que te va a respetar, que puede ser tu partner; es decir, probar".

 

 

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Pero la postergación del matrimonio no solamente se entiende con la lucha del feminismo o el desarrollo personal. El miedo y el fracaso también han jugado su rol. Constanza Del Rosario se refiere a este fenómeno como " la generación de los padres divorciados" , una realidad que no existía antes y que lleva a la gente a tener más experiencias de vida antes de contraer un compromiso.

EL PASO PREVIO

Alberto Martínez (32)  y Carolina Aburto(32) se conocieron hace poco más de ocho años. "Nosotros nos ubicábamos del colegio en Valparaíso, pero nunca nos juntamos. Tiempo después nos encontramos en Santiago". Sólo tres meses de relación y la oportunidad de compartir hogar se dio sola. "Los dos estábamos en ese proceso de buscar un departamento y pensamos ¿por qué no nos vamos a vivir juntos?. Arrendamos un lugar con dos dormitorios por si en algún momento peleábamos", dice  Alberto. "Pensábamos que si terminábamos, igual nosotros nos llevamos bien, nos aguantamos, a lo mejor si no funcionaba podíamos ser partner", relata Carolina.

La sicóloga Constanza delRosario apunta que "uno de los cambios más importantes es que antes la gente salía de la casa de los padres  para casarse,  y ahora sale de la casa para convivir". La razón de ello sería simple: temor a fallar.

"Tiene que ver justamente con que las grandes utopías del amor están en crisis. Para muchos casarse es un acto de valentía, la posibilidad de fracasar ahora es más consciente. Si tú convives y no resulta no se ve tan feo como si tú te casas y no resulta".
 

Mónica Troncoso (35)  y Julio Olivares (31) creen que la convivencia es una etapa ineludible: "Es raro casarte sin haber convivido. Cuando uno vive junto al otro es cuando conoce bien a la persona".

Al inicio de la relación se quedaban juntos varios días a la semana, así que a los siete meses Julio tomó sus cosas y se fue a vivir al departamento de Mónica. En ese tiempo ambos tenían claro que uno de sus sueños era viajar por el mundo.

"Imagínate un año viviendo juntos en Australia", residiendo en un estudio "donde puse hasta una frazada para dividir el espacio y tener dos ambientes", cuenta  Mónica. "Todos los días juntos. 24 horas, siete días", enfatiza abriendo bien los ojos. “Todo lo que hemos vivido ha ido complementando la relación y (ha servido para) saber que tenemos las mismas pasiones", señala girándose a Julio con complicidad.

"Existe el miedo a la pérdida de libertad.  Cuando se superan esos miedos ya surge la idea de casarse", comenta Constanza del Rosario.

Miedo o no, el tiempo también pasó para Carolina y Alberto. Formalizaron su compromiso y se casaron.  Ahora enfrentan la presión por tener hijos.
 

 

AUC VS. MATRIMONIO

Carol (28) y Joaquín (32) llevan juntos más de una década. Hace un año tomaron una importante decisión de vida y contrajeron el Acuerdo de Unión Civil. No hubo vestido de novia, vals y tampoco una fiesta. Lo celebraron con sus padres en  un sencillo desayuno.

"Pensamos en el AUC porque nos acomoda, porque es más rápido y no tiene ese concepto de la presión social de casarse. El matrimonio está mirado como una obligación, como que restringe tu libertad", pero además, "se nos venía la compra de una casa y queríamos dejar todo ese proceso ordenado, la motivación también vino desde ahí", declara Carol enfatizando en las ventajas de su elección.

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Francisco Llancaqueo y Antonio Morales son pareja hace 32 años, juntos han creado una relación que no sólo se mueve en la vida privada, sino que también comparten el negocio y la vida laboral.

El "Toño" recuerda perfecto ese día en Barcelona cuando se casó  con su amado Francisco. Fue una ceremonia en el barrio gótico de la ciudad, con 200 invitados de testigos, un torta con dos novios de género con sombreros de copa, champagne y mucha fiesta.

La opinión de ellos sobre lo que significa un AUC frente a un matrimonio es clara: "El amor es universal y tú puedes casarte en cualquier lugar cuando eres feliz. Yo siento que el AUC es una situación de acomodamiento, que te asegura los bienes cuando te mueres, pero tiene un sentido práctico, no emocional".

Tal como lo afirma el doctor en Sociología, Mauro Basaure, "el  matrimonio tiene un poder simbólico que no tiene el AUC, de legitimar el lazo afectivo ". Asimismo, la sicóloga Constanza del Rosario sostiene que "si bien están en crisis las cosas románticas igual somos románticos y hay mucho de eso al casarnos. Las comunidades gay quieren acceder al matrimonio por lo que significa como instancia romántica. Este ideal de que creo que contigo voy a poder estar para toda la vida, un compromiso mayor".

NUEVAS PAREJAS: PLACER Y LIBERTAD

Alargar la soltería nos lleva "al mejor de los mundos", dice, el subdirector de Publicidad de la Universidad Católica, Gregorio Fernández, pues genera consumidores con recursos y pocas responsabilidades. Un grupo hedonista, anclado entre el desarrollo y el 'back to the basic', es decir, que usa la tecnología, "pero vuelve a la vida sana".

Viven en los llamados hogares unipersonales, los que aumentaron un 40% entre 2011 y 2016, según Euromonitor. Chilenos poco interesados en pack familiares o detergentes interminables. También buscan entretención en solitario, paquetes de viajes para uno, plataformas como Netflix o Spotify y por supuesto los videojuegos; perfectos para una generación "independiente, pero con alma de niño", explica el director del Global MBA de la U. de Chile, Pedro Hidalgo.