Los tiburones han sido representados en el cine como asesinos empedernidos, cuyo único fin es morder y dañar.

Sin embargo, un tiburón cebra en Nueva Caledonia, en Oceanía, demostró que al igual que los perros, también pueden disfrutan de las cosquillas en la panza.

Esto porque el escualo se dejó acariciar por un trabajador del Aquarium des Lagons en Noumea, quien entró al estanque de tiburones para limpiarlo y se quedó un rato jugando con los peces.

El hecho quedó registrado en un video que fue subido a YouTube y en el cual se puede ver cómo el amigable tiburón se deja querer por unos minutos para luego seguir nadando.

Cabe destacar que el tiburón cebra es una especie inofensiva para los humanos.

Foto: Reproducción/YouTube