Emma Pope sufrió durante toda la adolescencia las burlas de sus compañeros por su apariencia física.
La joven que hoy tiene 23 años, llegó a pesar 142 kilos, ya que a pesar de hacer ejercicio comía pastas y pan en grandes cantidades.
Luego de un episodio en el que en un partido de vóleibol los espectadores comenzaron a gritarle "culo gordo fuera de la cancha", decidió ponerse en forma y cambiar su vida.
A los 17 años Emma comenzó a ejercitarse cuatro veces a la semana y redujo notablemente el tamaño de sus porciones de alimento, lo que luego de mucho esfuerzo se tradujo en una baja de 65 kilos, pasando de la talla XXL a M. Hoy la joven pesa 77 kilos.
Luego de su radical cambio son muchas las personas que se han acercado a disculparse con ella, invitarla a salir e incluso algunas de las chicas que le hicieron la vida imposible le piden consejos para bajar de peso, según publica el Daily Mail.
"Si bien los comentarios crueles eran muy incómodos y difíciles de tratar cuando era más joven, ahora sólo río de ello porque ahora me veo y me siento muy bien", expresó Emma, quien asegura que le parece ofensivo que ahora la traten bien sólo por su peso.
Ahora la estudiante de enfermería usa las redes sociales para mostrar su cambio y así inspirar a otras jóvenes, además contó cuál es su rutina para mantenerse en forma.
Según revelo Pope sigue ejercitándose cuatro veces a la semana y consume una dieta sana de 2.000 calorías. Este es un ejemplo de lo que come:
Desayuno: Huevo con porotos, tomates, champiñones y palta
Almuerzo: Avena con clara de huevo y plátano
Cena: Huevos con papa, brócoli y Zanahorias asadas.
Snacks: barra de cereal con yogur griego y semillas de chía
Fotos: Instagram