Una pareja desmembró una tortuga marina que estaba varada en la playa de Chinchorro, en Arica, lo que provocó indignación en los habitantes que ahora buscan a los autores.
El caparazón de la descuartizada tortuga de mar que había varado en la arena medía casi un metro de diámetro y era lo suficientemente atractivo como para tentar a un par de lugareños que vieron en él un precioso insumo para una lámpara artesanal.
La tortuga verde, a la que pertenece el animal desmembrado en Arica, es una especie en peligro de extinción. Sólo se encuentran en el Caribe y una colonia muy pequeña en las costas de Arica. Es muy escasa a nivel mundial y diferentes organismos animalistas las protegen.
Chelonia mydas es su nombre científico y habita en la desembocadura del río San José, donde existe actualmente unas 50 tortugas.
Por redes sociales se inició una campaña para localizar a los culpables. Su fotografía ya circula por la web.
Los últimos antecedentes que maneja la Brigada Investigadora de Delitos Contra el Medio Ambiente de la PDI (BIDEMA) indican que la tortuga tenía más de 100 años, estaba viva y que el autor del delito es un pescador o mariscador de la zona.