Según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), a diciembre del 2017, Brasil tiene 11,8 millones de analfabetos, cifra que representa el 7,2% de la población mayor de 15 años.
Debido a la gran tasa, no es sorprendente encontrarse con una persona que no se capaz de leer un texto, sin embargo, pocas veces se ven gestos tan nobles como el que tuvo esta estudiante de medicina con uno de sus paciente que no sabe leer.
Según relató Gabriela Lemos en su cuenta de Twitter, un paciente analfabeto llegó hasta la Unidad Básica de Salun Condor, en Belem, en el estado de Pará, y fue atendido por su Manuela. La joven, al percatarse de que el hombre, que es hipertenso y diabético, no podría recordar los horarios de los cinco medicamentos que debe tomar al día, decidió hacerle una creativa receta.
aplaudindo infinitamente munha irmã que atendeu um paciente analfabeto e fez uma receita toda adaptadinha pra ele aaaaaaa pic.twitter.com/VOzftxv6Ff
— graviola lemos (@lemosgabis) 4 de septiembre de 2018
En cada caja de medicamentos pegó una cinta adhesiva con diferentes diseños, los que después incorporó en la receta. Así, el paciente sólo debería guiarse por los diseños y los horarios.
"Hoy nos topamos con un paciente que, a pesar de tener sus cajas de remedioa marcadas de acuerdo al horario, no lograba recordar qué significaba cada cinta, por lo que tomaba su medicina de forma errada. Pue entonces que pregunté si podía hacerle esa receta", explicó Manuela a Globo.
Además, indicó que fue un "trabajo conjunto, pensando en el bien del paciente, el que agradeció con una sonrisa".