En Brunete, una localidad española cercana a Madrid, han conseguido reducir en un 70% la cantidad de materia fecal canina presente en las calles del municipio.
¿Cómo? A través de una insólita y original iniciativa, consistente en enviar a cada dueño los excrementos de su perro que no fueron recogidos y quedaron en medio de la vía pública.
El sistema que funciona gracias a voluntarios, que ven que personas dejan la materia fecal de su perro en el lugar, y luego se acercan amistosamente para conocer datos del animal, principalmente raza y nombre.
Así consiguen la información básica del animal, en la base de datos del municipio, y obtienen la dirección del dueño. El último paso es el remitirle a éste el excremento de su mascota en una caja.
Junto con el material "olvidado", las autoridades incorporan un mensaje que avisa que la próxima ocasión la multa podría llegar 300 euros (más de 190.000 pesos) En total, han sido 147 personas las que han recibido en su casa este peculiar "objeto perdido".
Todo ello forma parte de una campaña del Ayuntamiento de Brunete para concienciar a los dueños de las mascotas. Inicialmente, la campaña consistía en un excremento de juguete que transitaba por la calles con el mensaje "no me abandones, recógeme". Pero no funcionó.
La medida tuvo recorrido en redes sociales. A través de Twitter, por ejemplo, con el hashtag #cacasexpress.
La campaña también fue registrada en este divertido video: