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¿Quién es más inteligente, el perro o el gato?

Una investigación "enfrentó" a las dos razas de animales más domésticos y midió las habilidades y capacidad de aprendizaje e interacción de cada uno.

Cristián Jara

Domingo 13 de enero de 2013

Seguramente los dueños de gatos no van a estar de acuerdo.

Según una nueva investigación, los perros son las mascotas más inteligentes. El estudio de la evidencia científica disponible sobre la inteligencia de las mascotas favoritas del ser humano -perros y gatos- encontró que los primeros ganan, aunque sólo por un punto.

La investigación -publicada en la revista New Scientist- comparó los resultados de los experimentos científicos que se han llevado a cabo para medir las capacidades y cognición de estos dos animales.

Se evaluaron once categorías: cerebro, domesticación, capacidad de afecto, popularidad, entendimiento, resolución de problemas, vocalización, adaptabilidad, supersentidos, más ecológico y utilidad.

La puntuación final: 6 a 5. El ganador: el perro.

"Existen varias dificultades al tratar de usar la ciencia para resolver esta disputa perenne", expresa Kate Douglas, autora del informe.

"Cada dueño de mascota sabe que el pariente peludo de su familia es un ser único y especial con sus propios talentos y debilidades".

"Sin embargo, la investigación científica tiende a mirar a la especie como un todo y a tratarla en términos de promedios y tendencias cuando se intenta cuantificar sus características", agrega.

¿QUIÉN ES MEJOR POR CATEGORIAS?

Cerebro: Gato
Domesticación: Perro
Lazos afectivos: Perro
Popularidad: Gato
Entendimiento: Perro
Resolución de problemas: Perro
Vocalización: Gato
Adaptabilidad: Perro
Supersentidos: Gato
Más ecológico: Gato
Utilidad: Perro

MUY DISTINTOS

Los científicos están de acuerdo es que es muy difícil comparar -en términos científicos- a dos especies tan distintas como los felinos y los caninos.

Pero el nuevo estudio decidió enfrentar el desafío y medir las habilidades y la capacidad de aprendizaje e interacción de cada uno.

Por ejemplo, en la medición del cerebro, es obvio que el del perro es más grande. Sin embargo, los científicos afirman que el tamaño del cerebro no es una medida confiable de inteligencia.

Los estudios comparativos del ADN del perro con el del lobo -su ancestro más cercano- no han logrado ponerse de acuerdo en la fecha exacta pero indican que la domesticación pudo haber ocurrido hace 16.000 años.

Aunque la domesticación del gato también es confusa, se cree que el pequeño felino entró a nuestros hogares por primera vez hace 9.500 años.

En la categoría de capacidad de afecto o creación de lazos afectivos, la evidencia científica surgiere que el vínculo entre un amo y su perro es tan cercano como el de un padre y su hijo.