Un grupo de científicos de la Universidad de Yale habría descubierto accidentalmente la solución para comer sin engordar al bloquear ciertos "portales linfáticos".
El grupo, liderado por la profesora de Cardiología Anne Eichman y el científico Fang Zang, estaba realizando un estudio para el que necesitaban criar ratones con obesidad mórbida, pero al hacerlo editaron dos genes que parecían proteger a los roedores del aumento de peso sin importar lo que consumieran.
Luego de varias semanas de que los ratones no aumentaran su peso, los científicos decidieron detener el experimento e investigar qué estaba pasando, descubriendo que dos genes alterados habían provocado un cambio en el intestino, lo que había causado que ciertos portales capilares linfáticos llamados "lactales" se aplastaran.
Los "lactales" son los encargados de actuar como puerta de entrada de los ácidos grasos que pasan al flujo sanguíneo para proporcionar energía o quedar almacenado en el cuerpo como grasa, según dice el estudio publicado en la revista Nature.
Sin embargo este importante descubrimiento no podría ser aplicado en humanos, ya que para lograr el efecto en los "lactales" sería necesario hacer una modificación genética. A pesar de eso, los científicos afirmaron que podría buscarse una manera de inhibir ciertos receptores para generar el mismo efecto.
Actualmente existiría en Estados Unidos un medicamento para tratar el glaucoma que generaría el mismo efecto, por lo que la Doctora Eichman afirmó que se está evaluando monitorear a los pacientes que lo consumen.