Mantener uno o los dos pies fuera de las sábanas puede ser un truco simple, pero potencialmente eficiente para conciliar el sueño en las noches de calor, asegura la Fundación Nacional del Sueño de Estados Unidos.
Algunos científicos afirman que las bajas temperaturas producen somnolencia, por lo que se hace mucho más difícil quedarse dormido en los días cálidos. Esto se debe a que la temperatura corporal desciende uno o dos grados durante las etapas más profundas del sueño.
Natalie Dautovitch, portavoz de la Fundación Nacional del Sueño de Estados Unidos y profesora de psicología de la Universidad de Alabama, explica que aunque el proceso de enfriamiento del cuerpo es natural, existen algunas cosas que se pueden hacer para ayudar a conciliar el sueño.
Tomar un baño o consumir una bebida caliente, por ejemplo, provocan que el cuerpo se enfríe rápidamente desencadenando una sensación de somnolencia indica la psicóloga a New York Magazine.
Lo mismo sucede con la acción de sacar un pie fuera de la cama, debido a que las plantas de los pies contienen estructuras vasculares especializadas que ayudan a expulsar el calor, funciona como un termostato natural.
Por esta razón es que dormir con un pie fuera de las sábanas, combinado con el descenso natural de la temperatura, ayudaría a conciliar el sueño con más facilidad y disfrutar de un descanso reparador, señala Dautovitch.
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