Tener el ánimo por las nubes o por el suelo es normal en los seres humanos.
Lo preocupante es cuando el bajo ánimo se vuelve una constante en la vida, lo que si no se frena a tiempo se puede transformar en un problema algo más serio.
El portal Ehow hizo una selección de diez sencillos consejos que puedes poner en práctica para sobrellevar esos malos momentos, como te contamos a continuación:
1. Caminata nocturna: Si estás al final de tu día y te sientes alicaído, probablemente quedarte encerrado en tu casa no sea la mejor opción. Una soledad más activa se puede convertir en una salida. Lo importante es dejar fluir los pensamientos mientras caminas sin preocuparte demasiado por un punto específico.
2. Correr en la mañana: No es necesario que seas un runner. Salir a trotar con la energía que te brinda la mañana puede ser una excelente alternativa para liberar tensiones. A veces estar con un ánimo bajo no es más que energía estancada. Prueba con esta alternativa que te ayudará a liberar endorfinas.
3. Tener un confidente: Todos necesitamos a alguien que no escuche. Muchas veces guardar el problema creyendo que lo puedes resolver solo se convierte en un error. Confía en tus seres queridos o un amigo que siempre está en los momentos difíciles.
Poner los pensamientos tristes en palabras te ayudará a fluir con las ideas, y tener un feedback para debatirlas será mucho mejor.
4. Ir a un entorno natural: Nada mejor que conectarse con la naturaleza. Intenta tomarte unos días libres para estar en un lugar tranquilo.
Estudios científicos aseguran que estar en cercanía con la naturaleza mejora la concentración, disminuye la ansiedad, brinda más energía, levanta el ánimo y ayuda a sanar. La medicina china tiene terapias en donde un paciente enfermo se cura estando en un entorno natural.
5. Cumplir los biorritmos: El ánimo bajo también puede significar falta de energías. Esto se debe a que el cuerpo no está cumpliendo con sus ritmos naturales.
Esto se resume en algo tan sencillo como comer y dormir cuando se debe. Toma un desayuno liviano y depurativo, principalmente con frutas. La comida más fuerte debe ser a mediodía, cuando el cuerpo está en su mejor momento de energía.
Cena liviano al menos dos o tres horas antes de dormir, de modo que tengas una óptima digestión. Por último, aleja de la cama cualquier foco de luz innecesario como la luz del notebook o del celular.
6. Golpear un almohadón: En este caso se trata de liberar energía estancada. No te inmovilices quedándote en la cama o mirando la televisión. Lo que necesitas es liberar tu energía interior que permanece encerrada. Es tan sencillo como utilizar un almohadón.
Siéntate de rodillas sobre la cama o una superficie cómoda y apoya la cola sobre los tobillos. Pon el almohadón a la distancia del largo de tus brazos.
Lo que harás es subir y bajar los brazos, golpeando con tus manos el almohadón durante cinco minutos, sin descanso, y con toda tu energía.
Golpearás y gritarás, intentarás sacar todo lo que tienes adentro, sin dejar de golpear. Con el paso de los minutos irás ganando energía y al acabar este simple ejercicio, te sentirás renovado, ágil, fuerte.
7. Meditación activa: Cuando estás falto de ánimo, muchas veces te menosprecias, socavas tu potencial y pierdes tu creatividad.
La creatividad es muy importante para salir de un mal estado anímico; esto no significa tener que escribir un libro o hacer música.
El ejercicio es el siguiente: Ponte en un cuarto en donde puedas hablar en voz alta libremente. Pon un reloj con una alarma que suene a los tres o cinco minutos. Luego di todo lo negativo que te salga sobre ti.
Por ejemplo: soy un tonto, no sirvo para nada, no sé planificar, soy malo en el trabajo, etc. Cuando suene la alarma, quédate en silencio unos minutos con los ojos cerrados, disfrutando del estado resultante luego de sacar todo eso de tu mente.
Luego pon la alarma nuevamente para que suene en tres o cinco minutos. Habla todo lo positivo que eres. Pero no lo pienses, sólo dilo: soy bueno, me quiero, ayudo a mi madre, trabajo bien, soy bonito, etc.
Cuando suene la alarma, quédate en silencio nuevamente con los ojos cerrados. Este simple ejercicio te ayudará a sacar de tu mente todos esos pensamientos que están trabando tus emociones.
8. Transitar el ánimo decaído: A veces no es sólo cuestión de querer salir de la depresión o de la falta de ánimo. A veces es cuestión de aprender a no evitarlo, a vivir esa emoción. ¿Te sientes mal? Permítete sentirte mal. Pero hazlo sin hacer nada.
Siéntate en reposo en un ambiente tranquilo, sin nadie a tu alrededor y vive tu tristeza, tu falta de energía, tu poco ánimo. Cierra los ojos y acompaña esa sensación; no la reprimas, no la evites, no quieras cambiarla. No la apagues con el televisor o con una película o tomando una cerveza.
9. Rezar: No es necesario que creas en Dios para rezar. Si tienes una religión o un credo, cualquiera sea, puedes confiarle tus inquietudes rezando. No es necesario que creas en una fuerza superior para esta terapia.
Cuando rezas, te entregas. Aceptas que no puedes controlarlo todo y cedes; pides por ti, por tu familia, pides por lo que te surja en ese momento. Es un acto mágico: sueltas tus emociones, te permites confiar en que sucederá lo mejor, en que alguien o algo está trabajando por ti, en que no estás solo.
10. Reconocer que es transitorio: La aceptación del momento presente es una de las principales enseñanzas de los maestros espirituales. ¿Estás mal? Pues estás mal.
Reconoce que has estado bien en el pasado y que estar mal hoy sólo significa que estás pasando un mal rato, pero que no durará para siempre.
Cuando aceptas que es hoy cuando estás mal, pero no proyectas que seguirás así de por vida, logras soltar esa emoción.
Foto: Agencia Uno